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Según los operadores los ingresos de divisas provenientes de la exportación siguen siendo absorbidos con fluidez por los compradores, pero reconocen que las señales emitidas desde el Banco Central sirvieron para "establecer límites" en los procesos de ajustes no deseados en las cotizaciones. Los márgenes de fluctuación se ven acotados por las intervenciones del Banco Central que combina su ausencia en el mercado "spot" con operaciones en casi todos los plazos del mercado de futuros.
En las casas de cambio del microcentro porteño la divisa norteamericana permaneció a 3,18 pesos para la compra y 3,21 el tipo vendedor, con un máximo para esta última operación de 3,22 pesos en algunas entidades.
Los negocios a término reconocieron un dólar en 3,195 pesos para los contratos que vencen a fin de mayo y se ofreció 3,206 para los de junio. La primera posición de 2009, enero, mostró un precio de referencia de 3,305 y febrero se operó a 3,323.
Tras las últimas intervenciones del Banco Central para equilibrar las posiciones del mercado cambiario y establecer un nuevo "piso" en las cotizaciones, las reservas internacionales ascendían a 50.278 millones de dólares. El tipo de cambio de referencia que establece diariamente el Banco Central se fijó en 3,1833 pesos (anterior 3,1825). Se trata de un valor para emplear en operaciones entre particulares o empresas en las que se necesite un precio testigo.
Por el lado de las tasas de interés, en el segmento de los depósitos a plazo fijo se ofreció un rendimiento promedio del 0,74 por ciento mensual, equivalente al 9,08 anual.
A su vez, en el circuito mayorista de dinero el "call" entre entidades de primera línea se resolvió al 7,85 por ciento anual y la entidades de menor rango aceptaron endeudarse al 8,05.
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