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La caída del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre del año supuso una contracción para la economía japonesa de 0,1 por ciento respecto del trimestre anterior, cifra que contrasta con las estimaciones de mercado, que predecían una suba de 0,1 por ciento frente a ese período.
Los datos del tercer trimestre de 2008 demuestran que "la economía entró en recesión y existe peligro de que la situación empeore posteriormente", comentó Kaoru Yosano, ministro japonés de Políticas Económicas y Fiscales, según la agencia de noticias Ansa.
Yosano sostuvo que "así como la economía mundial espera una desaceleración, los movimientos hacia la baja en Japón deberían continuar", en línea con las estimaciones de algunos analistas que proyectan que el PIB seguirá contrayéndose otros dos cuartos.
El informe del gobierno demuestra que la inversión de capital corporativo bajó 1,7 por ciento real en el trimestre analizado, en comparación con el trimestre anterior; mientras que las exportaciones aumentaron 0,7 por ciento y las importaciones se incrementaron 1,9 por ciento.
Por su parte, el gasto del consumidor, que representa más de la mitad del PIB de la segunda economía más importante del mundo, aumentó 0,3 por ciento, a raíz del alza en los precios de los alimentos y el petróleo.
En este contexto, el índice Nikkei japonés sufrió hoy una caída promedio de 1,1 por ciento, después de que los datos reflejaran la recesión, al tiempo que los exportadores sufrían las consecuencias de un yen cada vez más fuerte.
De acuerdo con la agencia de noticias Europa Press, este hecho confirma que la crisis financiera global perjudicó el crecimiento de otra economía importante, con la zona euro actualmente en recesión.
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