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Molina presentó un escrito ante la jueza federal de San Isidro donde consignó que no cabe duda que esas muestras sobre las que se basaron las pericias -cuyos resultados se conocieron el viernes último- fueron extraídas a Felipe y Marcela Noble Herrera el 29 de diciembre pasado ante el entonces juez del caso Conrado Bergesio.
"Yo estuve cuando se tomaron esas muestras y presencié el momento, se timbraron, se pusieron siglas, números y letras en cada muestra y estuve presente y firmé la apertura de esos sobres en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Comprobé con mis propios ojos que no habían sido violados", explicó la fiscal.
Para Molina no hay "ninguna duda de que esas muestras son de los chicos" por lo cual pidió que sea comparado de manera "urgente" con las más de 2500 muestras almacenadas en el Banco que funciona en el hospital Durand. "Es un trámite que no puede llevar más de tres o cuatro días, así que antes de fin de año tenemos que tener la verdad", concluyó.
Al conocerse el viernes último que pudo obtenerse un perfil genético femenino y otro masculino de las muestras de saliva y hemáticas la magistrada ordenó a los peritos que el viernes le entreguen un informe donde hagan constar sin lugar a dudas a quién pertenecen las muestras estudiadas.
Una vez que tenga ese informe y resuelva sobre la validez legal del uso de esas muestras, la jueza verá si ordena el entrecruzamiento en general o lo hace primero con dos familias querellantes en la causa y después amplía el estudio.
Los Noble Herrera habían entregado la sangre y saliva con la condición de que se cotejase sólo con las dos familias querellantes, pero luego la Cámara Federal de San Martín amplió el objeto procesal del caso a pedido de Abuelas de Plaza de Mayo y ordenó una comparación general, algo a lo que Felipe y Marcela se oponen.
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