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Los desafectados son el oficial inspector Mario Jesús Pío y el oficial Esteban Julián Cáceres, sancionados por "cometer, por acción y omisión todo acto que importe el incumplimiento de un deber legalmente impuesto al personal policial por las normas que rigen su actuación en tanto se verifique de éste una muy grave afectación a la racionalidad y legalidad de la actuación policial", informa el comunicado de Asuntos Internos.
El crimen de Lucas Rotella ocurrió la madrugada del sábado pasado cuando el chico y dos amigos, que se encontraban en la plaza principal de la ciudad, intentaron evitar la requisa policial. Algo que el oficial Gonzalo Kapp consideró motivo suficiente para descargar tres disparos de itaka contra el joven.
Los dos primeros cartuchos eran de balas de goma y el tercero de plomo, que impactó en la espalda de Lucas Rotella. Aunque a la hora de declarar ante la Justicia el oficial dijo que "no sabía".
Miguel Rotella, padre de Lucas, afirmó que entre la Policía "es una norma no escrita que el tercer cartucho es de plomo". La declaración la realizó durante la marcha de repudio organizada por los amigos y vecinos del joven el lunes pasado.
Su padre lo definió como "un universitario de la calle", acusó a la Bonaerense de "abandono de persona" y denunció que en el hospital local "ya estaban esperando a un herido de bala" cuando llegó con su hijo herido, después de haber permanecido una hora tirado en la puerta de su casa, donde lo encontró su hermano menor.
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