El partido, como marcaba la teoría, se comenzó jugando en el campo de Los Pumas, que desarrollaron una gran defensa: Farías y Roncero fueron los abanderados de la resistencia, y a los All Blacks se les cerraron los caminos para llegar al ingoal.
El equipo de Santiago Phelan hizo 59 tackles en el período inicial contra menos de 30 del local, que tuvo tanto dominio de pelota (53 por ciento a 47) como de territorio (60 por ciento a 40).
Sin embargo, y a pesar de los cuidados, Argentina cometió cuatro penales a lo largo del primer período que Piri Weepu transformó invariablemente en tantos. Eso marcó la diferencia inicial.
La precisión de Weepu neutralizó lo que fue el único try de la etapa, acción de Farías, luego de una jugada brillante en la que Senatora se escapó por sorpresa a la salida de un scrum. Hasta allí, la única posibilidad de tantos para Los Pumas había sido un penal desperdiciado de Felipe Contepomi a los 27 minutos.
Como resumen de la resistencia albiceleste, desde 1999 que los All Blacks no se iban al descanso de un partido sin marcar tries. Argentina salió a disputar el dominio neocelandés desde el comienzo del complemento, y Marcelo Bosch, con un buen penal desde mitad de campo, acortó las diferencias: 12-10. Pero Weepu, cuatro minutos más tarde, infalible en los penales, volvió a llevar la distancia a cinco puntos en favor de los All Blacks.
Desde allí, el local acentuó su superioridad y obligó a Los Pumas a dedicarse exclusivamente a la defensa. Tarea para la que se quedó sin Nicolás Vergallo durante diez minutos por amarilla. La garra, el esfuerzo de la Argentina, tuvo el costo del cansancio (notorio en las imprecisiones en las pocas chances ofensivas con las que contó), y en los 20 minutos finales los All Blacks se dedicaron a liquidar el encuentro.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.