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Tras el anuncio de la dimisión, miles de personas concentradas frente a la sede de la presidencia de la República, estallaron en un fuerte aplauso al grito de "bufón", "mafioso", o "a casa", y se dispusieron a celebrar el fin de la "era Berlusconi" con bailes y brindis. Berlusconi tuvo que salir por una puerta secundaria del Quirinal para volver a su residencia romana, el Palacio Grazioli.
El presidente Giorgio Napolitano comenzará mañana las consultas para formar nuevo gobierno, y a primera hora recibirá a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Renato Schifani y Gianfranco Fini. Los seguirán los portavoces de los grupos parlamentarios y la primera ronda de negociaciones concluirá con los presidentes eméritos de la República.
No se descarta que mañana mismo encargue la formación de un nuevo Gobierno para que el lunes, cuando abran los mercados financieros, Italia tenga nuevo Ejecutivo, que ponga en marcha las medidas exigidas por la UE. Aunque todos los analistas descuentan que Napolitano elegirá un Gobierno presidido por el excomisario de la Unión Europea, Mario Monti, persisten las dudas acerca de la duración de su mandato.
La hipótesis de un Gobierno presidido por Monti ha sido aceptada ya por el llamado "Tercer Polo", formado por Alianza para Italia (API), Unión de Demócratas y Cristianos (UDC) y Futuro y Libertad (FLI) y por el Partido Demócrata (PD), mientras que Italia de los Valores aceptó con condiciones. El partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL) también dio su visto bueno pero puso como condición que "su programa de gobierno esté circunscripto solo a la implementación de los "29 puntos" contenidos en el documento comprometido con la Unión Europea para reducir la deuda. Además el PDL espera que se trate de un mandato breve, que su gobierno esté integrado por "tecnócratas" y que ni Monti ni ninguno de sus ministros se puedan presentar como candidatos a las próximas elecciones. Quienes ya han confirmado su oposición a Monti han sido los socios de Berlusconi, la Liga Norte, que siguen insistiendo en la necesidad de ir a las urnas.
Antes de subir al Quirinal, Berlusconi se reunió por última vez con los miembros de su Gabinete en un Consejo de Ministros que duró 35 minutos. La llegada de Berlusconi al hemiciclo del Parlamento había sido recibida con aplausos y vítores de sus legisladores, quienes también mostraron su apoyo al portavoz del partido gubernamental Pueblo de la Libertad (PDL) en la Cámara baja, Fabrizio Cicchitto, que defendió la actuación del primer ministro. Tras la aprobación definitiva de la Ley de Presupuestos 2012. Mientras en el palacio de Montecitorio, sede de la Cámara baja, tenía lugar la discusión del texto, en el exterior del edificio numerosas personas se congregaron para reclamar la renuncia del primer ministro. Algunos de los presentes portaban pancartas en las que agradecían a Napolitano su actitud durante la crisis y celebraban que "por fin" Berlusconi abandonara el poder, mientras otras reproducían la portada de la revista "Time", en la que aparece una foto del primer ministro bajo el título "El hombre tras la economía mundial más peligrosa".
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