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Con bombos y redoblantes, los vendedores callejeros volvieron a cortar Corrientes, en su esquina con Florida, e instalaron allí unas mesas improvisadas con tablones y caballetes para almorzar lo que cocinen en la olla popular que realizarán, como parte de la protesta.
"Nadie puede apropiarse del espacio público y eso es lo que estamos defendiendo (...) Por eso les pedimos (a los vendedores) que entiendan que lo que han venido haciendo está fuera de la ley y que dejen de cortar la avenida Corrientes", fustigó consultado al respecto durante la inauguración de una obra de la línea H del subterráneo en el barrio de Recoleta.
Los manteros portaban un cartel que dice "Basta: de discriminación, persecución en la vía pública, dónde está nuestro derecho como trabajador, queremos trabajar dignamente señor Macri", portando bombos y banderas argentinas. La marcha fue organizada por el Movimiento Social de Vendedores Libres de la Ciudad de Buenos Aires, que también ayer realizaron una protesta durante la tarde.
El conflicto surgió el martes pasado tras la decisión del gobierno porteño de impedir a los manteros exhibir sus productos sobre la peatonal Florida, acusándolos de pertenecer a una organización ilícita y de plantear una competencia desleal con los comerciantes. En tanto, los vendedores, que buscan entablar un canal de diálogo, mantuvieron breves reuniones con algunos legisladores del PRO, sin llegar a ningún acuerdo. El mes pasado el gobierno porteño modificó un artículo de una ley que habilita a realizar desalojos de vendedores ambulantes siempre que planteen una competencia desleal con los comerciantes instalados en la zona.
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