La testigo aseguró ante el tribunal que ejerció la prostitución y que estuvo en La Rioja desde mayo de 1998, donde trabajó en una "whiskería" en la que conoció a Irma Lidia Medina y a sus hijos. "Yo era mujer del Chenga (Gómez, otro de los imputados en la causa), él estaba a cargo mío, son los códigos del ambiente", manifestó la joven, quien acusó a Medina de ser la dueña de los locales Candy y Candilejas.
Su relato fue interrumpido por los abogados defensores, quienes sostuvieron que afectaba la imparcialidad del tribunal, pero los jueces no dieron crédito a un pedido de recusación y señalaron que "la sola invocación de una pregunta considerada irrelevante por las partes no encuentra el mínimo sustento legal para resolverse".
Huerta reveló además que en esos locales la "amenazaban y decían que nunca iba a salir". "Tengo miedo de declarar por las cosas que yo pasé y que conozco, siempre le tengo miedo a la gente de La Rioja. Había muchas chicas, 30 o 40 allí, y dormían en el lugar", acotó. En ese sentido, reveló que la llamaban "Julieta" y detalló: "Como era menor de edad si llegaba la policía tenía que irme corriendo por el fondo y saltar una pared o decir que estaba por mi voluntad".
Al finalizar la declaración, el abogado querellante José Dantona destacó que el testimonio de Huerta "ratifica que hay trata de personas y que los acusados por el rapto de Verón eran dueños de prostíbulos". Además, Dantona resaltó que la declaración confirma que en las redes de trata "la droga y la prostitución van de la mano" y criticó a "la defensa que quiere hacerse la que no entiende", dado que rechazó la declaración de Huerta pero el tribunal la avaló.
"Independientemente de si las testigos vieron o no a Marita Verón, nos terminan de cerrar un cuadro que tenían prostíbulos y los siguen teniendo y el hecho ocurrido anteayer en La Rioja implica que siguen en ese mundo de la delincuencia", acotó el abogado.
Medina, pese a la causa judicial abierta en su contra en la Justicia riojana, fue trasladada a Tucumán para no interferir con el proceso en que se la acusa de haber intervenido en la "venta" de Marita Verón. Al llegar a la sala de audiencias, la imputada insultó a los periodistas presentes y se negó a responder las preguntas sobre su nueva detención.
Susana Trimarco, madre de Verón, señaló que no la había "sorprendido para nada" el arresto de Medina en La Rioja y en diálogo con radio LV 12 sostuvo que "esta gente está acostumbrada a hacer estas cosas". Asimismo, remarcó que tampoco le generó sorpresa que se encontraran documentos en poder de los detenidos, porque "siempre han encontrado eso cuando hicieron los allanamientos", y mencionó que incluso en algunos había DNI "en blanco y escrituras de casas".
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