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El incendio se produjo a las 2 de la madrugada (1 hora argentina) en la discoteca Kiss de la ciudad brasileña de Santa María, ubicada a unos 307 kilómetros de Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul. Según testigos, las llamas se iniciaron en el escenario. La chispa de una bengala habría alcanzado el material plástico que cubre el techo del local, lo que llevó a que las llamas se expandieran rápidamente.
El incendio dejó 232 muertos, según informó el Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militarizada del Estado de Río Grande do Sul.Los heridos son al menos 117. Según la agencia DPA, algunos testigos denunciaron que los guardias de seguridad bloquearon la salida del local durante varios minutos después de iniciado el fuego. En declaraciones a medios locales, varios jóvenes declararon que los guardias creyeron que se trataba de una riña, e intentaron evitar que quienes pretendían salir corriendo aprovecharan el tumulto para irse sin abonar lo consumido.
El secretario de Seguridad Pública de Río Grande do Sul, Airton Michels, indicó a la radio CBN que el incendio fue "rápido y devastador" y recordó que por tratarse de una fiesta universitaria la inmensa mayoría de las víctimas son jóvenes y adolescentes. Sobre las causas de la tragedia, indicó que todavía no se puede confirmar ninguna hipótesis. "Estamos haciendo la remoción de los cuerpos. Llevo más de 40 años de bombero y nunca vi una tragedia de esta proporción", dijo el comandante de los Bomberos de Santa María, coronel Moisés da Silva Fuchs, a una radio local.
En declaraciones a la radio BandNews FM, el DJ de la fiesta, cuyo nombre no fue divulgado, relató las terribles escenas que tuvieron lugar en el local. "Vi muchos cuerpos y personas heridas en el suelo", indicó el joven, quien hizo hincapié en la rapidez con que las llamas tomaron la discoteca.
En tanto, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, que participaba en Chile de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), canceló esta mañana su agenda para seguir desde Santiago las tareas de rescate de las víctimas del incendio. Luego viajó a Santa María. "Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Le pedí a todos los ministros ayudar en todo lo que puedan y trasladarse allá, y yo también estaré allá", afirmó la mandataria.
Ya en la ciudad del estado de Río Grande do Sul la Presidenta se dirigió en primer lugar al Hospital de la Caridad, lugar en el que se encuentran algunos de los heridos. Después se trasladó al Centro Deportivo Municipal de la ciudad, en el que se improvisó un espacio para llevar a cabo la identificación de los cadáveres. "En este momento de tristeza estamos juntos y, aunque manteniendo la tristeza, vamos a superarlo", expresó Rousseff.
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