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Los policías utilizaron camiones hidrantes y dispararon gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes, que avanzaron hacia el parque Gezi por una avenida e intentaron armar barricadas para evitar un nuevo desalojo por la fuerza. Medios locales denunciaron que varios dirigentes civiles fueron detenidos en medio de las corridas y los embates de la policía, entre ellos, Mcella Yapici, vocera de la red de "Solidaridad Taksim", la plataforma ambientalista convoca protestas en Gezi desde hace más de un mes, informó el diario turco Hurriyet.
La acción represiva ocurrió luego de que el gobierno ordenara un nuevo cierre de Gezi apenas tres horas después de un festivo y muy publicitado acto de reapertura del parque encabezado por el gobernador de Estambul, Hseyin Avni Mutlu. Pese a que las autoridades turcas no dieron explicaciones sobre el abrupto cierre, la decisión llegó luego de que "Solidaridad con Taksim" convocara para hoy a la tarde a una nueva manifestación en el parque para oponerse a un proyecto de urbanización del predio que implicaría la tala de numerosos árboles.
Hace tres semanas semanas el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan había ordenado un violento desalojo del parque Gezi y la adyacente plaza Taksim, los centros de las manifestaciones masivas que habían permanecido ocupados durante varias semanas en protesta por el proyecto inmobiliario impulsado por el gobierno.
La red de "Solidaridad con Taksim" había convocado para hoy a recuperar el parque y a defender el "derecho constitucional a manifestarse pacíficamente sin permiso previo". Pero en el acto de reapertura del parque el gobernador Mutlu prometió que el predio será "un renovado paraíso para los 14 millones de habitantes" de la ciudad, aunque advirtió que no toleraría manifestaciones en ese espacio público. "Los parques pertenecen al pueblo. Convertirlos en un área de manifestaciones es una tortura para la gente. No podemos tolerar que un grupo se considere el pueblo y diga que el parque le pertenece", sentenció el gobernador en su discurso.
A continuación la policía rompió los cordones que había mantenido durante tres semanas y permitió el ingreso de las personas que asistían al acto o que caminaban por la zona. El clima del acto fue festivo y el gobernador destacó las 120.000 flores, entre ellas un frondoso rosedal, que plantaron durante las últimas tres semanas para "mejorar" ese espacio verde.
El reclamo ambientalista que detonó las masivas manifestaciones en el último mes se centraba en el rechazo a un proyecto inmobiliario oficial para construir un shopping dentro del parque. Sin mediar discursos ni explicaciones, tres horas después del colorido acto de reapertura, la policía turca volvió a instalar los cordones de contención y cerró nuevamente el parque Gezi.
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