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Macri fue recibido esta mañana en Brasilia por Rousseff, con quien conversó por poco más de una hora sobre temas de la agenda bilateral y sobre Caracas, tema en el que tienen posturas divergentes desde que el jefe de gobierno porteño anunció que pedirá la aplicación de la "clausula democrática" para suspender a Venezuela en el Mercosur, algo que Rousseff rechazó de plano.
"No siento que tengamos posiciones tan encontradas, ambos países, ambos dirigentes, ambos equipos de gobierno, tenemos un compromiso inclaudicable con la democracia, la defensa de los derechos humanos y las libertades", consideró Macri, quien intentó minimizar la cuestión.
Luego, Macri insistió en la importancia de "tener metas de integración más audaces" y relató que "los cancilleres van a coordinar una fecha para que la presidenta brasileña venga con sus ministros y una importante delegación comercial a la Argentina", después del 10 de diciembre. Agregó que "hablamos de proyectos comerciales pendientes del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo de Brasil) que tiene que ver con obras estratégicas y necesarias, básicamente en la provincia de Buenos Aires".
/p>Sobre la posibilidad de un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE, dijo que hablaron con Rousseff y que esperan que "cuando el Mercosur ponga una propuesta sobre la mesa, la UE lo haga también para empezar un proceso serio de integración, en particular en lo agrícola". "En la Alianza del Pacífico tenemos que converger pero también tener en cuenta que existen acuerdos de la ALADI pero con la idea de avanzar también con la integración", finalizó el presidente electo.
Tras su gira relámpago por Brasil, Macri partió hacia Santiago para reunirse con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. “Venimos a decirle a los chilenos que queremos construir relaciones de largo plazo, confiables, creíbles, que permitan que nos apoyemos recíprocamente entre ambos países”, sostuvo el mandatario electo.
Macri llegó a Chile a las 19:20 e inmediatamente se dirigió desde el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez de Santiago al Palacio de La Moneda, donde lo esperaba Bachelet, junto con algunos miembros de su gabinete, para mantener una reunión oficial. Al la salida de la reunión, que duró 40 minutos, el presidente electo manifestó su “enorme alegría". “Soy un admirador del pueblo chileno y de todos los avances que han ido teniendo a lo largo de estas últimos décadas y creo que hay mucho para hacer en conjunto, así que estamos acá para visitarlos, para hablar con la presidenta”, manifestó.
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