Al cumplirse un año de la masacre que dejó 12 muertos y 7 heridos en la redacción del semanario satírico francés, el presidente galo encabezó un acto entre autoridades de la Policía, Gendarmería y el Ejército en el que les pidió un mejor intercambio de información y sostuvo que la doctrina de las fuerzas de seguridad "debe adaptarse a la amenaza terrorista".
François Hollande abogó por la aprobación de leyes de seguridad más estrictas, impulsadas tras el múltiple atentado del 13 de noviembre en París y Saint Denís, en el que tres comandos terroristas asesinaron a 130 personas. Desde ese día, el gobierno está preparando actualmente una reforma constitucional y una ley para permitir, por ejemplo, el registro de vehículos situados en las cercanías de posibles objetivos terroristas.