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Las delegaciones de la Argentina y Uruguay en la la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) presentaron a las cancillerías de ambos países los resultados del monitoreo del Comité Científico conformado luego del fallo de la Corte Internacional de La Haya de 2010. Las conclusiones dan cuenta del impacto ambiental que provocado por la instalación de la pastera sobre el río Uruguay.
Ambos ministerios de Relaciones Exteriores difundieron un resumen del informe, que controló entre 2011 y 2015 las aguas frente a la planta Orión (UPM-Ex Botnia), en el río Gualeguaychú en su desembocadura en el río Uruguay y en el río Uruguay en la zona de influencia de la planta y del río Gualeguaychú.
En las aguas frente a la exBotnia, el Comité Científico encontró los siguientes “apartamientos de la normativa de aplicación”:
Presencia de materiales sólidos, que en 2014 comenzaron a ser retenidos por rejas de 10 milímetros.
Presencia de aceites y grasas en exceso en una medición de enero de 2014.
Temperatura del agua por encima del máximo de 37° establecido por normativa. Se registró en dos ocasiones: en febrero y abril de 2015.
PH con valores por encima del estándar establecido, medido en noviembre de 2011.
Tres registros (agosto 2011, marzo 2014, diciembre 2014) de carga diaria superior al valor de fósforo total establecido por la normativa como máximo para la carga promedio mensual.
En octubre de 2013 se encontró que la carga diaria de efluentes superó el valor establecido de demanda bioquímica de Oxígeno a cinco días (DBO5).
En tanto, el informe encontró para las aguas del Río Gualeguaychú en su desembocadura en el río Uruguay la presencia excesiva de Aluminio, Amonio, Atrazina, Berilio, Cadmio, Hidrocarburos del petróleo, Hierro, Manganeso y Níquel.
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