El vicepresidente indicó que entre el domingo y el lunes se había decidido informar permanentemente a la sociedad sobre "la dificil situación" de la salud del líder bolivariano, y afirmó que "la dirección política y militar de la revolución bolivariana está unida y cohesionada y llama a todo el pueblo de Venezuela a cohesionarse, a la unidad absoluta, a cerrar filas, a juntar fuerzas y esfuerzos, a no caer en provocaciones de ningún tipo".
En otro tramo de su discurso, atribuyó a conspiradores internacionales la enfermedad del presidente Chávez, y propuso la conformación de una comisión científica para investigar el hecho denunciado. "No tenemos ninguna duda de que llegará el momento indicado en la historia en que una comisión científica confirme que fue atacado por esta enfermedad", afirmó. "Tenemos bastantes pistas sobre este tema", añadió Maduro, y comparó el caso con el del líder palestino Yasser Arafat, a quien, dijo, "se sabe por documentos desclasificados que le fue inoculada una enfermedad".
Además, acusó a "los enemigos de la patria, tanto aquí como en el exterior, particularmente en los Estados Unidos" de "activar planes para la desestabilización global de la sociedad venezolana". Al respecto, informó sobre la expulsión del agregado militar de la embajada estadounidense en Caracas, David Delmonaco. "Este funcionario se ha dado a la tarea de buscar militares activos en Venezuela para, primero, investigar la situación de las Fuerzas Armadas y, en segundo lugar, para proponerles proyectos desestabilizadores", relató.
Maduro denunció además sabotajes eléctricos, acaparamiento de productos y campañas psicológicas y advirtió a los opositores que "están jugando con fuego de manera irresponsable". Ratificó que "detrás de todo esto está una derecha que no ha seguido el consejo sabio que nuestro pueblo le ha dado de respetar las circunstancias que vivimos". Al respecto, aseguró que "no le daremos tregua a esa oligarquía enemiga de nuestra patria ni a ese imperialismo enemigo de nuestra patria".
Cerró su discurso con un llamado a "la oración y la acción", y pidió que "no se retrase ningún programa, que no se retrase ninguna iniciativa" de gobierno. Además, instó a "mantenernos en un estado permanente de coordinación y trabajo conjunto".
"El llamado es a que cuidemos la paz de la Patria, que nadie juegue con escenarios que crean puedan debilitar a nuestra Patria. Nuestra revolución, señores del imperialismo estadounidense, señores de la oligarquía antipatria, está preparada y está más fuerte que nunca", expresó el vicepresidente.
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