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"No puedo hablar de la actividad en sí, pero coincido con muchos estudiantes que la demostración no podía pasar desapercibida ni era común para el ámbito donde se desarrolló", opinó Alberto Sileoni al ser consultado sobre la performance posporno que se realizó ayer y que provocó un revuelo en el ámbito académico y mediático.
Para el ministro de Educación, "el tema es 'el otro': a quién esa demostración, tan poco común en un espacio público como un hall de un edificio universitario, puede molestar u ofender", dijo durante una entrevista por radio Del Plata. "Las autoridades universitarias dijeron que no hubo una autorización para esa actividad. En ese caso, yo creo que merecería algún tipo de sanción", añadió.
"La demostración, más allá que se inscriba en una actividad académica, no se hizo ni el lugar ni a la hora ni bajo la autorización necesaria", opinó el funcionario, para quien "de haberse pedido el permiso necesario para este tipo de demostración seguramente no hubiera sido otorgado".
La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA aseguró ayer que las escenas que tuvieron lugar en el hall del edificio de Santiago del Estero 1029 "corresponden a un grupo que había solicitado dar una charla en el subsuelo del edificio sobre el posporno" pero que luego "subió a realizar demostraciones pornográficas".
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