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Las autoridades del Colegio Nacional de Buenos Aires resolvieron sancionar a los estudiantes de quinto año de esa institución que el jueves de la semana pasada celebraron la tradicional “vuelta olímpica” dentro del establecimiento, como parte de los festejos de fin de curso. Según comunicó el rector del CNBA, Gustavo Zorzoli, se trata de setenta estudiantes que “perderán la regularidad” y deberán “rendir todas las materias”, por haber provocado “desórdenes diversos con la utilización de pirotecnia, agua, harina, huevos, papel picado, espuma en aerosol”, por los que las clases se vieron interrumpidas. Padres y alumnos reclaman que se revisen las sanciones.
La mayoría de los estudiantes involucrados son de quinto año del turno tarde. Al ser sancionados quedarán libres y deberán rendir las materias a partir de la semana que viene, en las mesas de exámenes correspondientes a diciembre.
Según le dijo a Página/12 el presidente recién electo del centro de estudiantes, Juan Manuel Cuello, la sanción “incluye a muchos compañeros que no estuvieron ni siquiera en los festejos”. “Contrario a lo que pasó en otros años –agregó–, que no dejaron libre a nadie, esta vez no hubo destrozos. Las autoridades quieren dar una sanción ejemplificadora para que no pase más, pero con esta decisión están dejando a un montón de compañeros libres”, dijo. Cuello contó que la “vuelta olímpica” incluyó la utilización de espuma y agua, mientras que “un grupo reducido, que se hizo cargo, prendió petardos”. Ante el pedido de sanciones, los setenta estudiantes tuvieron que hacer un descargo sobre su responsabilidad en el acontecimiento.
“Nos parece muy injusto y autoritario que se tome esta medida porque los chicos no dañaron nada”, le dijo a este diario Adrián Cosentino, padre de una de las estudiantes sancionadas. Anoche, un grupo de padres estaba reunido en la vicerrectoría del colegio, esperando una respuesta formal de Zorzoli ante su reclamo. Cosentino aseguró que los padres no van a acudir a ninguna figura judicial, ya que están dispuestos “a dialogar para revocar la medida”.
“Los profesores planteamos que una medida tan desmesurada no puede ser resuelta por una sola persona. Es desagradable que el rector no esté presente para explicarles a los padres qué sucederá con sus hijos. Estamos hablando de chicos que terminan su paso por la escuela y lo tienen que hacer de esta forma”, consideró Néstor Di Milia, profesor de matemáticas y miembro del gremio AGD.
Las sanciones se basan en una resolución del Consejo Superior de la UBA –de la que depende el colegio–, que expresa que “se prohíbe la realización de los actos como la denominada vuelta olímpica o desórdenes de similar carácter que ponen en riesgo la integridad de las personas y causen daños a los bienes materiales de la universidad o de particulares”, y agrega que los alumnos que la realicen “serán sancionados con la pérdida de regularidad”.
Informe: Federico Funes.
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