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Universidad|Viernes, 9 de septiembre de 2005
EL CONFLICTO DOCENTE EXHIBIO LA FRAGMENTACION SINDICAL

Un gremio para nada sencillo

Había una federación y ahora hay tres. Las asociaciones de base mantienen su autonomía. ¿Por qué? Opinan los dirigentes docentes.

Por Javier Lorca
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En Córdoba se hicieron las marchas más importantes.
Ahora en un remanso, el conflicto con los docentes universitarios puso en escena la compleja relación de los profesores con sus representantes gremiales. No sólo lo que durante años fue una federación única hoy está dividida en tres (la Conadu, la Conadu Histórica y la Fedun), sino que los gremios de base, en cada universidad, conservan una importante autonomía respecto de la conducción nacional: de hecho, aunque en la mayoría de las unidades académicas las clases volvieron a dictarse con normalidad después del aumento salarial del 28 por ciento otorgado por el Gobierno y aceptado por las Conadu, algunas asociaciones docentes sostienen las medidas de fuerza, como los gremios de Tucumán, Córdoba o, hasta ayer, Rosario (ver aparte). ¿Por qué es tan complejo el movimiento docente en la universidad?, les preguntó Página/12 a los dirigentes sindicales. “Somos gremios democráticos, con mucha discusión interna, no somos organizaciones verticalistas”, respondió Anahí Fernández (Conadu).
“Que los gremios unifiquen posiciones –se quejaba hace unos días un funcionario del Ministerio de Educación, cuando fracasaban una tras otra las propuestas oficiales en la mesa de negociación salarial–. Uno dice una cosa y otro dice otra. Acuerdan algo con nosotros y después las bases lo rechazan. Así no se puede negociar nada.” Finalmente, se pudo llegar a un acuerdo –al menos por ahora–, claro que tras meses de negociación y varios paros nacionales, superando las diferencias gremiales y también las internas oficiales.
“Estas complicaciones son cuestiones lógicas dentro de lo que son las organizaciones universitarias. No tienen la organicidad que tienen otros sindicatos, históricamente ha sido así –argumentó José Luis Molina, de Conadu Histórica y la Universidad de Catamarca–. A nuestros reclamos se suman otras organizaciones, como las estudiantiles, y hasta recibimos apoyo de los padres de alumnos, por lo que los conflictos se complejizan mucho. Esto no pasa en otros casos. Algunos gremios, como el de los pilotos, paran un día y se arma un despelote bárbaro. Nosotros necesitamos parar semanas para hacernos oír.”
A la negociación con Educación y los rectores universitarios, concurría en pleno la mesa ejecutiva de Conadu Histórica, con representación de todas las agrupaciones que están en la federación. Y luego, cualquier discusión era replanteada ante asambleas docentes. “Aunque quisiéramos, nos sería muy difícil no ser basistas, por el grado de compromiso de los docentes”, comentó Sergio Zaninelli, de la Universidad del Sur. “Si a veces necesita una federación nacional que marque el camino, después el docente se puede autodeterminar.”
Para Anahí Fernández, de la Universidad de Rosario, “el frente gremial universitario está fracturado, eso está claro”. “Pero la fragmentación no la sufrimos sólo nosotros, aunque en nuestro caso parece que se notara más, tal vez porque somos bastante librepensadores y todas nuestras discusiones son más públicas y abiertas.” Nacida hace 20 años, la Conadu se quebró institucionalmente en 1998 y, dos años después, tras la intervención del Ministerio de Trabajo, surgió su hermana Histórica. Este año, con un nuevo desprendimiento se formó la Fedun, hoy cercana a la CGT, a diferencia de las Conadu, vinculadas a la CTA. “Los ’90 fragmentaron a toda la sociedad, a las organizaciones, también a los salarios. Ahora es un proceso complejo volver a recomponer la unidad sindical, pero es nuestra meta. El esfuerzo que hicimos con las Conadu para llegar a esta mejora salarial no fue fácil, pero muestra una unidad posible”, agregó Fernández.
Desde la Fedun, Daniel Ricci (Aduba) sumó otros factores. “La situación se complicó también porque llevábamos 13 años con salarios congelados. Obviamente, eso generó muchas expectativas y ese retraso no se puede resolver en un mes –dijo–. La cercanía de las elecciones nacionales llevó a que algunos sectores politizaran el conflicto y también debe haber algunos dirigentes que no son tan representativos de sus bases. Hubo falta de responsabilidad de parte de la dirigencia”, disparó, aportando, si era necesario, una prueba más de las diferencias entre los profesores.

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