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Universidad|Martes, 4 de julio de 2006
CONFLICTO REPETIDO EN FILOSOFIA Y LETRAS DE LA UBA

Un déjà vu en los institutos

Prestigiosos profesores no podrían concursar por sus cargos de directores. La facultad defiende la renovación y dice que los reubicará.

Por Javier Lorca
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David Viñas, José Carlos Chiaramonte, Elvira Arnoux, Jorge Luratti y otros reconocidos académicos no podrán continuar dirigiendo los institutos de investigación de Filosofía y Letras (UBA). Eso ocurrirá si hoy el consejo directivo aprueba una propuesta de las actuales autoridades de la facultad para concursar los cargos, pero excluyendo de la convocatoria a los directores que ya cumplieron dos períodos en la función. ¿Por qué no permitirles que vuelvan a postularse? El decano Hugo Trinchero sostuvo que es necesario permitir el recambio de los directores, aunque aclaró que la facultad no va a prescindir de estos profesores. Diversos sectores de la facultad se pronunciaron contra la disposición que se apoya en el reglamento de los institutos.

Prácticamente el mismo conflicto se planteó en el 2000, cuando fue aprobado el reglamento de funcionamiento de los veinte institutos de investigación de Filosofía y Letras. La principal diferencia es que quienes ahora gobiernan la facultad eran entonces minoría y se opusieron a la medida, cuya aplicación lograron detener.

Algunos de los institutos de investigación tienen una larga historia; otros fueron creados más recientemente. Pero su normalización institucional se produjo hace seis años. Entre diversos puntos, el reglamento establece que los directores son designados por concurso por dos años renovables automáticamente por otros dos, pero sólo pueden cumplir un máximo de ocho años en el cargo. Hoy como ayer, el problema es que se busca impedir que vuelvan a concursar quienes ya permanecieron ese lapso en los institutos, aunque no haya sido bajo la vigencia del reglamento. En esa situación están varios directores que accedieron al cargo primero en forma interina, luego ganaron un concurso en los ‘90, y volvieron a ganarlo en 2003, sin que se aplicara la limitación. Por ejemplo, Viñas en el Instituto de Literatura Argentina Ricardo Rojas, Arnoux en el de Lingüística, Chiaramonte en el de Historia Argentina o Luratti (conocido como Francisco Javier) en el de Artes del Espectáculo Raúl Castagnino. La propuesta de concursar las direcciones, sosteniendo la mentada restricción, fue presentada la semana pasada y la idea de las autoridades es tratarla hoy en el consejo directivo.

“Los quieren apartar de los concursos porque académicamente no pueden ganarles –acusó Marcela Croce, secretaria académica del Instituto de Literatura Argentina–. Muchos de estos profesores son personas mayores, que se quedarían en la calle y sin posibilidades de reubicarse en la universidad. Además, esta decisión se da en un contexto en que la UBA aún no se ha expedido sobre una política de investigación.” Ayer, la comisión directiva del gremio docente AGD rechazó “la imposición de cualquier cláusula que restrinja la inscripción de los actuales directores a los concursos... puesto que se trata de cargos concursables y no de cargos electivos”. A la vez, el gremio reclamó que “se discuta ampliamente, con la participación de los investigadores, docentes, estudiantes y no docentes, una política para los institutos de investigación”. También se pronunció en contra la agrupación de graduados Génesis, que cuestionó el desconocimiento de “la defensa del nivel académico de la facultad, los derechos laborales de sus docentes y las posturas que los actuales funcionarios de la facultad sostuvieron... cuando se desempeñaban como consejeros por la minoría”.

Consultado por Página/12, el decano de Filosofía y Letras defendió la necesidad de permitir el recambio en la dirección de los institutos, aunque insistió en que la facultad no debe prescindir de los valiosos profesores que hoy cumplen esas funciones. “Los directores de los institutos no pueden ser vitalicios”, dijo Trinchero. Fuentes de la facultad sostuvieron que sólo se pretende cumplir con el reglamento vigente y regularizar una situación que nunca se normalizó en varios de los institutos. Y no se contemplaría la posibilidad de dejar concursar nuevamente a los directores porque ya excedieron el límite estipulado: “La permanencia en el cargo no puede superar el lapso de ocho años”, dice el artículo 7º del reglamento. Lo que sí negó el decano es que esto implique la cesantía de los reconocidos docentes: “Estamos trabajando en la creación de los posdoctorados y ahí queremos insertar a estos profesores. Sería muy importante para la facultad poder hacerlo”.

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