Una buena para el sistema científico y también para el universitario: el Congreso aprobó un régimen de exención impositiva para la importación de insumos destinados a investigaciones.
La nueva ley, sancionada por el Senado la semana pasada por unanimidad, se originó en un proyecto presentado por los diputados del Frepaso Irma Parentella y Horacio Viqueira en 1999. “Esta ley configura una normativa definitiva para un histórico reclamo de la comunidad científica, sobre todo, teniendo en cuenta los promedio risibles de los subsidios en la Argentina”, señaló Parentella.
La exención de toda carga impositiva y arancelaria regirá para instituciones nacionales, provinciales y municipales cuando compren insumos importados “afectados directa y exclusivamente a la investigación científica y tecnológica”.
Hasta ahora, las exenciones de este tipo se instrumentaban mediante decretos que debían sancionarse cada año, con las consiguientes inestabilidad e incertidumbre del sistema científico. Según la estimación de los asesores del Frepaso, entre los que trabajó el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, antes de la devaluación se podía calcular que cada peso/dólar de costo de los artículos importados, al pasar por la Aduana, los aranceles e impuestos incrementaban más de un 60 por ciento los insumos.
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