Por años, disfrutar del error/y de su enmienda,/haber podido hablar, caminar libre,/no existir mutilada,/no entrar o sí en iglesias,/leer, oír la música querida,/ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,/medida en cabras, sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca/y no admitir palabras/que pongan en la sangre/ limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma/otro ser no previsto/en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
(“Fortuna”, poema de Ida Vitale, ganadora del Premio Cervantes.)