El fotógrafo franco-suizo René Robert murió congelado en las calles de París, tras caerse y pasar toda la noche tirado, cerca de la céntrica Plaza de la República. Pasaron nueve horas hasta que una mujer avisó a los servicios de emergencias, pero para entonces el reconocido artista de 84 años, que había salido a dar una vuelta, ya había fallecido. “Estuvo solo, en el suelo, consciente, al menos durante las primeras cinco o seis horas, en uno de los barrios más concurridos de París, sin que nadie viera oportuno intervenir”, lamentó su amigo, el periodista Michel Mompontet. “Fue asesinado por la indiferencia”, concluyó.