La desaceleración en productos de consumo masivo permitiría que en noviembre el índice de inflación baje respecto de octubre.
Prepagas y medicamentos, luz y gas, restaurantes y hoteles y prendas de vestir fueron los rubros que empujaron el índice. Para julio se espera una nueva aceleración.
La creciente mercantilización de los productos del agro en un cuadro de crisis global obliga a adoptar medidas para revertir el deterioro de las instituciones regulatorias nacionales.
El Gobierno quiere evitar que las restricciones a las importaciones tengan impacto negativo en la producción. A la vez, busca contener la dinámica de precios.
El índice de precios que releva el Centro de Estudios Económicos y Sociales todas las semanas, mostró en la segunda semana de junio un incremento del 1,6 por ciento en relación con la semana anterior y de 4,3 por ciento respecto a cuatro semanas atrás.
En abril hubo una leve baja en aceites vegetales y cereales, luego del pico de marzo. Siguieron en alza carnes y lácteos.
Según el relevamiento semanal de la consultora LCG, el aumento en alimentos y bebidas se desaceleró fuerte en la última semana. Frutas y bebidas los que más subieron.
El Gobierno busca que el boom de commodities por los coletazos de la pandemia y la guerra no consoliden un nuevo escalón de inflación.
En los primeros dos meses del año, la inflación acumuló un incremento del 8,7 por ciento. A su vez, en los últimos 12 meses el alza de precios se ubicó en 51,5 por ciento.
El rubro de mayor aumento en el último mes del año fue Restaurantes y Hoteles, 5,9%, y en el año, 65,4. El rubro Alimentos y bebidas creció un 4,3 %.