Anónimos, fantasmales y estéticamente accidentados, los memes se volvieron la expresión más representativa de una generación.
Con los límites borrosos entre humor gráfico, historieta e ilustración, nuevos exponentes autoeditados tomaron las redes.
Tras años de desconocimiento y prohibición, la data circuló y una ventana de contacto pareció abrirse en los ámbitos urbanos.
De Thor a Avengers: Endgame, Tom Hiddleston delineó el personaje más certero, cambiante y memorable del universo Marvel.
El proyecto del sueco Tobias Forge fue una banda imprescindible desde la triple frontera del pop, el heavy y el paganismo.
Con voz, con voto y con legisladores como Ofelia, la juventud reapareció y se consolidó como parte de la política argentina.
"¿Qué serie estás viendo?" fue una pregunta de rigor gracias a tanques como Game of Thrones, Stranger Things o Black Mirror.