El fuego de Eva se enciende cada vez
Ella, la desposeída que había alcanzado el poder. Ella, la innombrada, pero también la que incendió el corazón de un pueblo que la reinventa y la busca para iluminar los procesos actuales con el rumor de los ríos subterráneos que atraviesan la historia. ¿Cuánto del perverso destino de su cuerpo puede leerse en los cuerpos desaparecidos que vendrían? Cuánto de su amor y su odio, por el pueblo y por quienes -como ahora- lo enfrentan, juega hoy en la resistencia de quienes no desisten de seguir inventando futuros para todes.