Ascenso, caída y la ilusión lista para volver a trepar la cuesta del Mundial
El martes pasado en el universo se escuchó un "crac" y hasta las estrellas ya muertas pero brillantes supieron que era el ruido de los corazones argentinos frente al primer resultado de la Copa del Mundo, ese partido que tenía que ser pan comido, el que se ganaría para entrar en calor. Por suerte, el sábado hay otra chance de ilusionarse, de escuchar los comentarios de la pionera Ángela Lerena, de ponerse los lentes feministas y entonces sí, gritar los goles como si fueran los primeros, como si fueran los últimos.