Estudiantes de la Escuela Normal Superior (E.N.S. 2) Mariano Acosta realizan una toma del establecimiento en reclamo de mantenimiento edilicio, mejoras en viandas escolares y contra la implementación, de forma inconsulta, de las prácticas profesionales para alumnos de quinto año por parte del Gobierno de la Ciudad. La decisión fue votada por amplia mayoría el viernes y desde entonces, los estudiantes permanecen en el colegio a la espera de que las autoridades del gobierno porteño se acerquen a dialogar. En este contexto, representantes del Centro de Estudiantes y del colegio denunciaron que una persona externa a la institución ingresó y cortó el suministro eléctrico para sabotear la ocupación. "No nos van a apagar", sostuvieron.
En la tarde del sábado, y ante la ausencia de respuestas por parte del Ministerio de Educación porteño, el Centro de Estudiantes convocó a una conferencia de prensa para dar a conocer la situación. A su término, la coordinadora del Centro, Isabella Spátola, dijo a Página/12 que el edificio sigue sin luz y sostuvo: "Nos dijeron q iban a arreglarlo, que iban a comprar algo y nunca volvieron". Spátola afirmó que "es una situación muy insegura para les pibes, tenemos que dormir en el hall de entrada; y no podemos cargar los celulares para comunicarnos con el afuera". Sin embargo, manifestó que "estamos bien y sabemos que también estamos en conjunto con la comunidad educativa que nos garantiza que los pibes puedan continuar con su lucha".
A pocas horas de comenzada la toma, una persona que se identificó como trabajador de mantenimiento solicitó acceso al edificio para destapar los inodoros. A pesar de la resistencia de los encargados de seguridad, logró ingresar y en las horas sucesivas se produjeron dos cortes de luz. El primero fue cerca de las 21 horas, cuando padres y autoridades que acompañaban a los estudiantes manifestaron que se había "bajado una palanca". Tras solucionar el inconveniente, un nuevo corte sucedió a la hora siguiente, y esta vez no pudo ser arreglado por los presentes: uno de los cables que ingresan al tablero de control había sido desconectado. "Nos corren diciendo que somos nosotros. Pero se investigó y se determinó que
fue algo hecho con herramientas muy específicas, que no tenemos, ni el
conocimiento para hacerlo", sostuvo Spátola, en respuesta a las acusaciones de autosabotaje.
"Ayer a las 16 horas una persona ingresó, con una valija y detecté que tenía herramientas de electricidad y mostró en la entrada la credencial de la empresa de electricidad que hace el mantenimiento de la escuela, MIG (Mantenimiento Integral) y luego vimos que había una puerta rota y cables cortados que dejaron a la institución sin luz", dijo el vicerrector Julio Pasquarelli. Además, adhirió a los reclamos, señalando la escasez de viandas "que no son suficientes para jornadas extendidas de tres días de 8 a 19 horas", junto a la falta de mantenimiento: "Tenemos severas situaciones de riesgo por la falta de arreglos, docentes y estudiantes lastimados porque no hay mantenimiento en la escuela, nos reunimos a principio de año con la empresa a cargo pero tardan demasiado, la calderas no funcionaban y empezaron a hacerlo en julio, casi agosto, no hay mantenimiento de electricidad y no tenemos informe de cimientos", manifestó. Aunque “el vice no puede entrar por una cuestión legal”, los estudiantes valoraron su presencia durante los primeros días de la toma, ya que, además de acompañar las demandas, fue el “que se dio cuenta que venían a romper todo”.
A través de sus redes sociales, familiares de los alumnos dieron a conocer un video en el que un policía se acercaba a las rejas del colegio, sin poder ingresar. Spátola sostuvo: "La policía vino con el mismo fin de siempre: recabar información, amenazar con denunciar el hecho en la fiscalía, no mucho más. Pero no van a pasar". Pablo, uno de los padres que están acompañando los estudiantes dijio a este diario que el Gobierno de la Ciudad "siempre tuvo una política muy intimidatoria en las tomas, en especial en las de 2017 y 2018". Desde entonces, señala, implementan una "pequeña guardia" en cada toma, "para protegerlos, no tanto del comportamiento interno sino de los ataques posibles gobierno".
Sin embargo, los adultos tuvieron que abandonar el edificio, ya que "por imposición del Ministerio de Educación sobre la dirección del colegio, nos querían hacer firmar un acta en la que nos comprometían a les adultes que nos quedabanos adentro con la responsabilidad total sobre todes les chiques y los daños que sufriera la escuela. Eso era inaceptable, es un compromiso que excede a cualquiera", afirmó Pablo.
"Esto es parte de una tensión y una pulseada con las políticas educativas del gobierno. Hemos tenido otras instancias de dialogo en otras tomas, y nunca llegan a nada. Porque siempre terminan haciendo sus reformas sin consulta con la comunidad que va a recibirlas. Cada inconveniente que genera un cambio sin consulta genera problemas que multiplican en la reforma siguiente. Nunca se genera un dialogo honesto donde escuchen las propuestas que tienen les estudiantes", sostuvo.
Entre las diversas actividades que los estudiantes llevaron a cabo para visibilizar el conflicto, Spátola señaló: "Ayer, apenas pasó todo esto tuvimos una reunión para definir cómo continuar. Hicimos carteleadas, y tuvimos reuniones con otros centros de estudiantes". Además, los estudiantes realizaron una conferencia de prensa este sábado a las 17 horas “para dejarles muy en claro que no nos van a poder apagar a los pibes”, según sostuvo la estudiante.
Desde el Centro denuncian que no obtuvieron respuesta por parte del Ministerio de Educación, más que "un tuit de Acuña a los 10 minutos de que se tome el Acosta, diciendo que esto es con motivaciones partidarias", dijo Spátola. En tanto, el reclamo continúa en pie, a la espera de un contacto por parte de las autoridades porteñas: "En principio, el lunes a las 7:45 se levanta la toma y vamos a asamblea para definir si seguimos, que es lo más probable, o si continuamos con alguna otra medida".
En un mensaje de Twitter, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, manifestó: "Los alumnos no tienen que ser rehenes dentro del juego político. Debemos garantizarles el derecho a educarse". Y remarcó que "el populismo lo único que busca es hacer daño. Baja línea dentro de las aulas, impone su ideología e incentiva conductas violentas como la toma de escuelas".
Informe: Diego Castro Romero