La diputada macrista Sabrina Ajmechet, historiadora de profesión, brindó una curiosa clase de revisionismo al referirse a la neutralidad argentina en la Segunda Guerra Mundial. En una una reunión de la Comisión de Cultura de la Cámara Baja, cuestionó la noción de ser neutral ante el conflicto de Medio Oriente y, al tiempo que llamó a apoyar a Israel, impugnó la neutralidad en los años 40 con errores en las fechas.
Ajmechet dijo que "el peronismo decidió en 1946 la neutralidad" y que eso "nos puso en un lugar correc...incorrecto de la Historia". Amén del lapsus, la legisladora se equivocó en el año: la Segunda Guerra terminó en Europa en mayo de 1945 y oficialmente hubo un cese de hostilidades con la rendición de Japón, el 2 de septiembre de ese año. El peronismo nació el 17 de octubre, 45 días más tarde. Juan Domingo Perón no solamente no fue presidente durante la guerra (asumió el 4 de junio de 1946), sino que además la neutralidad ni siquiera la declaró el régimen militar de 1943.
En los hechos, la neutralidad la declaró el gobierno de Roberto Ortiz al estallar la guerra, la continuó su sucesor, Ramón Castillo, y la dictadura que lo derrocó mantuvo ese estatus hasta el 26 de enero de 1944, cuando se rompieron relaciones con la Alemania nazi. El 27 de marzo de 1945, un mes y medio antes de la rendición germana, y presionada por los Estados Unidos, la Argentina, gobernada por el general Edelmiro Farrell (de quien Perón era vicepresidente, ministro de Guerra y secretario de Trabajo) le declaró la guerra al Eje.
"Nosotros tenemos que estar con la democracia, nosotros teníamos que estar en la Segunda Guerra Mundial con los aliados defendiendo eso y no la neutralidad que proponía Perón", siguió Ajmechet, que así insistió con la idea de Perón como fogonero de la neutralidad, cuando no fue así.
Más aun: la neutralidad argentina (una bandera sostenida antes por el radicalismo e Hipólito Yrigoyen en la Primera Guerra) fue saludada por la propia Gran Bretaña, a la que le convenía ese estatus. Si se hubiera abandonado la neutralidad al comienzo de la conflagración, los barcos argentinos hubieran estado expuestos a ataques de Alemania en alta mar, además de que eso implicaba cortar la cadena de pagos de las exportaciones. Por lo demás, y como se ha estudiado, la neutralidad fue una forma del bloque conservador de tomar posición, ya que siempre se interesó por la victoria británica, entre otras cuestiones para cobrar las deudas, más allá de la germanofilia del Ejército Argentino, con oficiales formados en la tradición prusiana.
Justamente, el cobro de las acreencias, ya con Perón como presidente, fue un tema que condicionó a la economía argentina con la declaración británica de la inconvertibilidad de la libra esterlina, lo cual impedía cobrar en efectivo. Fue una forma sutil de anunciar y no anunciar un default al mismo tiempo, dado que Londres manifestó su idea de pagar, ya no en moneda contante y sonante, sino con exportaciones o bienes de capital. La nacionalización de los ferrocarriles representó uno de esos bienes de capital. Pero el origen de la cuestión pasa por la neutralidad, que permitió mantener la relación comercial durante la guerra.
En el cierre, la diputada cuestionó la idea de neutralidad frente al drama de nueve ciudadanos de origen argentino que fueron tomados como rehenes por Hamas en el ataque del pasado 7 de octubre y que, en su opinión, no pareciera conmover esa situación. En el medio, reescribió la historia argentina.