Al menos 34.200 personas murieron en la Franja de Gaza en 200 días de ofensiva israelí, mientras continúan los ataques y las denuncias de supuestos abusos contra los civiles del enclave palestino. Del total de víctimas 32 personas fallecieron en las últimas 24 horas, en las que 59 personas resultaron heridas, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamas.

El vocero del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, aseguró mencionando a los rehenes tomados en Israel por comandos islamistas el 7 de octubre: "Después de 200 días, el enemigo sigue atrapado en las arenas de Gaza. Sin objetivo, sin horizonte, sin la ilusión de la victoria o de la liberación de los prisioneros". En una declaración difundida por televisión, Obeida agregó que "mientras un solo centímetro de nuestra tierra siga sometido a la agresión de la ocupación, seguiremos golpeando y resistiendo".

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había reafirmado el lunes su "determinación inquebrantable" de conseguir la liberación de los casi 100 rehenes aún retenidos en Gaza. En las últimas 24 horas los bombardeos israelíes mataron a 32 palestinos, , lo que lleva el balance total desde el inicio del conflicto el 7 de octubre a más de 34.200 muertos, en su gran mayoría civiles, según datos del ministerio de Salud de la Franja de Gaza.

El Ejército israelí bombardeó en la madrugada del martes el centro de la Franja, alcanzando las inmediaciones del campo de refugiados de Bureij y el campo de Nuseirat. Las cámaras de la agencia AFP también captaron bombardeos en Jabaliya, en el norte de la Franja, y el Ejército afirmó haber atacado varias posiciones de Hamas en el sur del territorio palestino.

Además confirmaron haber matado a varios milicianos por "disparos de francotiradores" en el corredor central, creado en esta guerra por Israel y que corta la Franja de norte a sur, y en el campamento de refugiados de Bureij, donde un avión bombardeó a supuestos combatientes "escondidos junto a un refugio civil", de acuerdo al comunicado israelí.

El conflicto se inició el 7 de octubre con una incursión de milicianos islamistas que mataron a unas 1.170 personas en el sur de Israel y secuestraron a unas 250, según datos oficiales israelíes. Qatar, que junto a Egipto y Estados Unidos actúa como mediador para conseguir una tregua y la liberación de los rehenes, afirmó que los representantes de Hamas permanecerán en Doha mientras su presencia sea "útil y positiva" para avanzar en las negociaciones. Estas últimas se encuentran estancadas y ambas partes se acusan mutuamente de bloquearlas.

¿Ofensiva en Rafah? 

Netanyahu enfrenta una creciente presión interna para conseguir que los rehenes sean liberados. El lunes por la noche, coincidiendo con el inicio de la Pascua judía, cientos de manifestantes protestaron delante de su domicilio, en el norte de Tel Aviv. Para derrotar a Hamas, el primer ministro prometió que continuará su ofensiva contra Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto que, según las autoridades israelíes, es el último gran bastión del movimiento islamista. 

La comunidad internacional insta a Netanyahu a abstenerse de esa operación, temiendo una catástrofe humanitaria en una localidad de 1,5 millones de personas, en su gran mayoría desplazadas por la guerra desde otras zonas de Gaza. Según funcionarios egipcios citados por el diario estadounidense Wall Street Journal, Israel prevé desplazar a los civiles de Rafah hacia Jan Yunis donde planea instalar carpas y centros de distribución de comida. 

La evacuación de civiles duraría entre dos y tres semanas y se realizaría en coordinación con Estados Unidos, Egipto y otros países árabes como Emiratos Árabes Unidos, según los funcionarios egipcios. Sin embargo el director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Medio Oriente, Fabrizio Carboni, dijo que una evacuación de ese tipo resultaría imposible dadas las condiciones actuales. 

"Clima de impunidad"

Luego de más de seis meses de guerra, los casi 2,4 millones de habitantes de Gaza, asediada por las fuerzas israelíes, están en riesgo de hambruna según Naciones Unidas, que exige la llegada de más ayuda humanitaria. La ONU pidió el martes una investigación internacional independiente sobre las fosas comunes halladas en los dos principales hospitales de la Franja, Al Shifa y Nasser, denunciando el "clima de impunidad reinante".

"Esta investigación debería incluir a investigadores internacionales", planteó el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, quien dijo estar horrorizado por la destrucción de los complejos hospitalarios. "Los hospitales tienen derecho a una protección muy especial en virtud del derecho internacional humanitario. El asesinato intencionado de civiles, detenidos y otras personas que están fuera de combate es un crimen de guerra", remarcó.

La Protección Civil de Gaza afirma que en los últimos días exhumó 340 cuerpos que habían sido enterrados por las fuerzas israelíes en fosas comunes cavadas en los recintos del hospital Nasser de Jan Yunis. Israel tachó esas acusaciones de "infundadas". Según el Ejército israelí, durante su intervención en el hospital Nasser "se examinó con prudencia cuerpos enterrados por palestinos" para averiguar si había rehenes entre ellos.

"Las acusaciones de que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) enterraron cuerpos de palestinos son infundadas", señaló el Ejército israelí, que agregó: "Los cuerpos examinados, al no ser de rehenes, volvieron a ser colocados en sus lugares". El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, advirtió por su parte: "Obviamente las imágenes de fosas comunes en general son profundamente perturbadoras, pero no tengo forma de confirmar su autenticidad".

La agencia oficial palestina Wafa informó este martes que "equipos de ambulancias y defensa civil palestina descubrieron tres fosas comunes con 35 cadáveres en el complejo médico Nasser". La mayoría de los cuerpos son de niños y mujeres, civiles gazatíes muertos cuando las tropas israelíes tomaron militarmente este centro, y que habrían sido enterrados "de forma colectiva" durante el asedio, según fuentes palestinas.

Fuentes palestinas y familiares aseguran que cientos de personas siguen desaparecidas tras la ofensiva israelí en Jan Yunis, mientras se estima que unos 7 mil cuerpos siguen bajo toneladas de escombros en toda la Franja, ya que los equipos civiles y de ambulancias no pueden llegar hasta ellas debido a los continuos bombardeos israelíes y a la falta de equipamiento adecuado.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) denunció este martes en un comunicado la detención de al menos 1.506 palestinos de la Franja de Gaza, entre ellos 84 mujeres y 43 menores, y advirtió que "muchas" personas podrían haber sufrido malos tratos y abusos, entre los que menciona "violencia y acoso sexual". La UNRWA cita a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU que aseguró haber recibido "numerosos informes de detenciones masivas, malos tratos y ejecuciones forzadas, desaparición de posiblemente miles de hombres y niños palestinos y varias mujeres y niñas, a manos de las fuerzas israelíes".

La violencia también repuntó en la frontera de Israel con Líbano, entre el Ejército y el movimiento chiita libanés Hezbollah, aliado de Hamas. Según rescatistas libaneses una mujer y una niña murieron en un bombardeo israelí en el municipio fronterizo de Hanine este martes. Un poco antes Hezbollah dijo haber atacado con drones dos posiciones militares en el norte de Israel. Estos enfrentamientos se desarrollan en el marco de la guerra de Gaza, y son los más graves entre Hezbollah e Israel desde el conflicto que libraron en 2006.