Quizás algunxs recuerden a Laura Esquivel por la serie infantojuvenil Patito feo, que la volvió súper famosa y popular en el año 2007. Hoy, alejada de la televisión, concentró toda su energía en su carrera musical. Laura canta como los dioses, tiene un registro vocal estupendo y hace poco lanzó su nuevo disco, Ya no me duele, que alcanzó más de dos millones de reproducciones. Con tanta llegada, era obvio que los haters no se harían esperar para hacer pato a la naranja y meterla al horno de los prejuicios.
El miércoles 25 abril, Laura decidió hacer un fuerte descargo en sus redes sociales luego de una serie de crueles críticas que recibió en la publicación del video de uno de sus temas. Fue muy valiente en hacer algo que pocas personas de la farándula se atreverían: se filmó con su celular en primer plano, mirando fijo a cámara y contó qué es lo que pasaba por su cabeza mientras descubría cada uno de los comentarios negativos que recibía. Es decir, reconoció que le afectaban. En su video, se tomó el trabajo de leerles a sus seguidores varias de estas demostraciones de saña:
“Ya falta una dieta. Buen consejo: a cuidarse. Movete un poco más, nenita, parece que estás haciendo una pasada. Las botas te cortan la pierna… mala elección. Está vieja la Patito. Que se dedique a otra cosa, no a bailar. Media insulsa. Bah, siempre fue así. ¿Porque las patas chuecas? ¿Sigue insistiendo?”
A cada ataque ella le ofreció una réplica en forma de pregunta, probablemente para señalar que no parece haber una respuesta certera frente a tanto odio: “¿Cómo te explico que como sano? ¿Cómo te explico que necesitaba estar más quieta porque el plano queda mejor así que moviéndome más? ¿Cómo te explico que son las botas que a mí me gusta usar? ¿Cómo te explico que tu comentario es extremadamente agresivo? ¿Cómo te explico que me gusta bailar? ¿Cómo te explico que no me conocés? ¿Cómo te explico que soy un ser humano? ¿Cómo te explico que estoy luchando por mi sueño?”. Finalmente dejó el mensaje que quería dar: los comentarios negativos no te definen. Lo que sí te define es lo que te decís a vos mismx.
El episodio me dejó pensado y vino a mi mente una frase que quedó dando vueltas por mi cabeza varios días. La tomé del unipersonal ¿Qué llevas en la mochila? de mi querida amiga Isha Escribano: “Ojo con los pensamientos, porque siempre primero es la no forma y después, la forma. Si lo creés, lo creás”. ¿Pero cómo no caer en la trampa de los comentarios negativos? ¿Somos todxs capaces de resistir semejantes ataques? ¡No creo! Les confieso que es un tema que me genera angustia. Tengo hijes de 12 años que, por suerte, aún no usan redes sociales. Seguramente más adelante dejen de estar al margen, no sé hasta cuándo. Lo que sí reconozco que solo me queda brindarles herramientas y diálogo, por si alguna vez les sucede alguna situación desagradable. Basta con entrar a Tik Tok para descubrir la cantidad de menores de edad expuestos a todo tipo de crueldades amplificadas por las otras redes. Se está volviendo algo cotidiano leer alguna noticia trágica al respecto, conocemos las consecuencias, y la cantidad de suicidios en el mundo ha crecido gracias a este flagelo. Lo comenté en otras oportunidades en estas páginas.
Todxs los seres humanos en estos tiempos somos prisioneros de las redes sociales. En mayor o menor grado estamos expuestos a todo tipo de opiniones, críticas y odio. Hay que tener mucha fortaleza y años de terapia, además de la experiencia que nos da sabiduría, para borrar de mentes y dispositivos lo que no sirve.
Me cuesta creerles a quienes dicen que son indiferentes a los comentarios negativos. ¿Acaso son máquinas creadas por inteligencia artificial? Llegamos hasta acá y siempre me pasa lo mismo con estos temas: ¿qué hacemos con el hate? ¿Es necesario explicar tanto? ¿Qué se hace con los cultores del odio? ¿Debemos intentar educarlxs o es mejor ignorarlxs? Es una buena etiqueta la del #cómoteexplico que instala Laura, porque plantea algo que es cierto: a veces no alcanza con una buena explicación que exponga por qué ciertas cosas no se hacen. Cómo te explico supone que quizá haya gente que no lo pueda entender: simplemente no le impacta o no le interesa lo que podamos ofrecer como argumento para callar la violencia.
¿Agredir se volvió una nueva forma de comunicar? ¿Qué lleva a una persona a ser hiriente con otra? ¿Salir del molde o ser diferente te vuelve automáticamente un blanco de ataque? ¿Por qué damos por sentado que todo el mundo deba ser valuado según los criterios de la hegemonía de la belleza? ¿Por qué no nos enseñan amarnos más desde el jardín de infantes? ¿Le podemos pedir que no odie a un mundo que quedó atascado en lo material, lo burdo y en lo más superficial? Hoy me despido llena de preguntas y con una frase de Oscar Wilde: “Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance que dura toda la vida”.