@El oficialismo optó por responder con provocaciones a la multitudinaria movilización del 25 de Mayo que reunió a artistas, organizaciones políticas, sociales y gremiales y ciudadanos autoconvocados bajo la consigna “La patria está en peligro” y en contra del acuerdo con el FMI. “El kirchnerismo duro, que estaba ayer en la marcha y se escondía detrás de los artistas, parecería regodearse con la dificultad”, señaló ayer el titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi. A sus dichos se sumaron los del senador nacional y titular del PRO, Humberto Schiavoni, quien afirmó que “se está haciendo mucho terrorismo” en torno a las negociaciones que el Gobierno entabla con el organismo internacional. En respuesta, tanto el diputado nacional del FR Daniel Arroyo como su colega y líder de la CTA, Hugo Yasky, rechazaron las lecturas conspirativas y reivindicaron la movilización.

“Si uno dice que la patria está en peligro, es una visión apocalíptica, de finitud, de abismo y que intenta quitarle la esperanza a todos los argentinos. El cinismo y la hipocresía son los adversarios reales”, sostuvo ayer Lombardi. El funcionario aseguró que se trató de “una marcha kirchnerista clarísima”, basándose en que “no suelen ser las figuras artísticas las que convocan a gente al Obelisco en esas cantidades”

“Cualquier lectura conspirativa es una lectura equivocada”, retrucó Arroyo en diálogo con PáginaI12. El diputado massista consideró que en la movilización “confluyeron muchas miradas ideológicas distintas”. “Fue una marcha de muchísima gente que tiene dos cosas en común: la creencia de que el acuerdo con el FMI implica ajuste y empeoramiento de la vida cotidiana, es decir, la idea de que el gobierno está mal rumbeado, y la certeza de que esta película ya la vimos”, dijo, y destacó que la actual “es una sociedad sana y con memoria que está diciendo que este no es el camino porque sabe cuánta gente va a quedar afuera”. 

En línea con el diputado massista, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, apuntó que la concentración del viernes fue masiva y, sobre todo, heterogénea. “La marcha desnuda la soledad patética del Mauricio Macri y de un gobierno que, habiendo optado decididamente por ir a fondo con el ajuste, se enfrenta al rechazo no solamente de aquellos que nunca creyeron en la propuesta de una derecha neoliberal aggiornada, sino también al de su propio votante”, manifestó. El dirigente, además, calificó de “irrespetuosa” a la lectura que, desde el oficialismo, se hizo de la movilización. “Querer descifrar, detrás de algo tan transparente y diáfano como es la presencia de más de un millón de personas en las calles, una conspiración contra el gobierno es propio de personas que ya no están en condiciones de entender el daño que están generando con sus actos”, enfatizó.

Informe: Sibila Gálvez Sánchez.