La presión del Gobierno sobre las entidades bancarias –públicas y privadas– para que no hagan efectivo los aumentos de salarios acordados en el marco de las paritarias volvió a desatar el estado de conflicto en el sector. Este jueves y viernes, la atención bancaria se verá afectada por asambleas con cese de actividades en todo el país, convocadas por la Asociación Bancaria en rechazo de la intromisión oficial en las negociaciones colectivas del sector. Tras esas asambleas, está previsto un plenario de secretarios generales de seccionales para el próximo lunes 13, en el que se espera que se defina un paro nacional de bancarios de 24 a 48 horas, que se haría efectivo en esa misma semana.

El secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, ya había anticipado la semana pasada que el gremio tomaría medidas de fuerza si las patronales bancarias no cumplían el acuerdo firmado, que supone el pago de un bono extraordinario de siete mil pesos junto al sueldo de enero y un aumento, a partir del mismo mes, del 4 por ciento compensatorio de la pérdida de poder adquisitivo del salario en el año 2016. Además, se había acordado un adelanto a cuenta de futuros aumentos, entre enero y marzo de este año, equivalente al 19,5 por ciento del sueldo inicial del empleado bancario, hasta que en abril se reabra la discusión para definir el reajuste anual. 

Este acuerdo había sido firmado por Adeba y Abappra (esta última entidad incluye a los bancos públicos) con La Bancaria, en presencia del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien sin embargo luego se negó a homologarlo. El Gobierno, junto a la banca privada extranjera (agrupada en ABA), cuestionó el acuerdo ante la justicia laboral, pero un fallo de segunda instancia (Cámara Nacional de Apelaciones del fuero del Trabajo) lo convalidó. 

Notificado el fallo y cumplido el plazo legal de pago, la Bancaria convocó a asambleas frente al incumplimiento de gran parte de los bancos privados y prácticamente la totalidad de la banca pública. La estrategia, aparentemente acordada entre el Poder Ejecutivo y la banca extranjera, es resistir el aumento y recurrir a la instancia de la Corte Suprema, ante la cual debería demostrarse la inconstitucionalidad de alguna de las cláusulas del acuerdo para poder invalidarlo. 

Según declaró Palazzo al programa Siempre es Hoy, por Radio del Plata, la semana pasada, “ante la presión de la banca extranjera, hubo reuniones del minigabinete nacional para tomar la decisión política de resistir este aumento, contra la decisión judicial y pese a que este gobierno había prometido paritarias libres y sin techo; es una barrabasada jurídica, pero además una intromisión grosera, ridícula y burda”. Ayer, ante el incumplimiento del segundo pago del acuerdo (el bono extraordinario con el sueldo de diciembre, primer paso del acuerdo, se efectivizó en fecha), La Bancaria puso en marcha su plan de acción.

Según publicó el diario Ambito Financiero ayer, la estrategia legal conjunta entre la banca privada y el Ejecutivo quedó definida esta semana en un encuentro en Casa Rosada donde participaron, además de Triaca, el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, junto a directivos de cámaras empresarias del sector. El gobierno juega todas sus fichas a evitar que un acuerdo salarial que supere la pauta oficial de inflación (17 por ciento) tenga un efecto contagio sobre las demás negociaciones paritarias, la mayoría de las cuales se plantean a partir de abril. Sin embargo, todo indica que el lunes próximo quedará definido un nuevo paro bancario. Según recordó la dirigencia gremial, el martes, 14 de febrero, se cumplen 40 años de la sanción de la Ley de Entidades Financieras de la dictadura de Jorge Videla y José Alfredo Martínez de Hoz.