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        HOY SE ESTRENA BOTIN 
        DE GUERRA, UNA PELICULA SOBRE el rescate de la IDENTIDAD perdida 
      Cómo 
        me voy a olvidar 
         
         
       
        El 
          reencuentro de Gastón Gonçalves, bajista de Los Pericos, 
          con su hermano Claudio, es sólo una de las muchas historias sobre 
          la pelea de las Abuelas de Plaza de Mayo y los familiares de desaparecidos 
          por devolverles el pasado a los chicos secuestrados durante la última 
          dictadura militar. El film de David Blaustein cuenta esa lucha en boca 
          de sus protagonistas y reúne a rockers de diversa clase Cordera, 
          Cerati, Pertusi, Aznar y los Pericos en una histórica versión 
          de Sin cadenas.   
       
      Textos:ROQUE 
        CASCIERO 
       
        Aunque Botín 
        de guerra reúne varias historias sobre la recuperación de 
        hijos de desaparecidos, cada una de ellas merecería una película. 
        En todas hay amor, valentía, suspenso, búsqueda ansiosa 
        y un final que, si bien nunca es el todo feliz, alienta la esperanza de 
        los otros, los que todavía no pudieron encontrar a ese familiar 
        secuestrado en una de las noches más oscuras que tuvo la Argentina. 
        Esperanza, también, es lo que transmite Sin cadenas, 
        la canción de Los Pericos que cierra el film de David Blaustein. 
        Es imposible no conmoverse con la imagen de las Abuelas de Plaza de Mayo 
        marchando, mientras se escucha que el Bahiano, Gustavo Cerati, Ciro Pertusi 
        (Attaque 77), Gustavo Cordera (Bersuit) y Pedro Aznar dicen saber que 
        Nada escapa, nada muere, nadie olvida. 
        La participación de Los Pericos en Botín de guerra se dio 
        a través de Gastón Gonçalves, el bajista del grupo, 
        que logró encontrar a su hermano secuestrado gracias a la lucha 
        de su abuela y las Abuelas. Gastón estaba en Badalona, España 
        (donde acababa de tocar con su banda junto a Sonic Youth y Paul Weller), 
        cuando se enteró de que, finalmente, Claudio había sido 
        encontrado. Su historia es una de las que narra la película de 
        Blaustein: el padre de ambos (también llamado Gastón) fue 
        secuestrado a fines de 1976 junto a su segunda esposa, madre de Claudio. 
        La casa donde vivían fue ametrallada, pero ninguna bala tocó 
        el cuerpo del bebé, que su madre había envuelto en mantas 
        y escondido dentro de un placard. Uno de los militares que participaron 
        del operativo lo llevó a un hospital, semiasfixiado, pretendiendo 
        apropiárselo (como sucedió con tantos) cuando se recuperara. 
        Pero los médicos lo entregaron a un orfanato y el niño fue 
        adoptado por Luis Novoa y Elena Rodríguez, con quienes aún 
        vive. Después de diecinueve años, el personal de Antropología 
        Forense completó el seguimiento del rastro y los hermanos Gonçalves 
        pudieron conocerse. Hay un detalle que parece de película, 
        pero que es real: Claudio era fanático de Los Pericos. 
        Gastón dice haberse sentido muy honrado de que las Abuelas de Plaza 
        de Mayo eligieran una canción de su banda para Botín de 
        guerra. Uno ve la película, ve a esas señoras de ochenta 
        años y se siente un poroto, porque son unas guerreras imbatibles 
        se emociona el bajista. Yo lo sé bien, porque mi abuela 
        ha sido así. Estas minas, por saber que sus nietos están 
        vivos, han llegado al punto de tener que aceptar que a sus nietos los 
        criaron sus captores y que ya formaron un vínculo con ellos. 
        ¿Fue iniciativa de las Abuelas que Los Pericos participaran 
        de la película? 
        Existía un amague de hacer algo con las Abuelas desde hacía 
        tiempo, pero siempre que había fechas clave, estábamos de 
        gira fuera del país. Esto pudimos programarlo con antelación, 
        así que cuidamos que no nos apareciera nada. Fue algo superimportante 
        para nosotros, nos sentimos muy orgullosos de que nos permitieran aportar 
        un granito de arena a la montaña gigante que construyen ellas. 
        ¿Por qué eligieron Sin cadenas? 
        Por el mensaje de esperanza que tiene. Al principio pensamos en 
        otras canciones. Por esta cuestión de las tribus, yo quería 
        hacer un tema de los Cadillacs y mandársela a guardar a todos. 
        La verdad, estoy harto de la división, me tiene las pelotas llenas. 
        Pero cuando el Negro (Bahiano) tiró Sin cadenas, estuvo 
        buenísimo, porque tiene el mismo mensaje que la película. 
        Hablando de tribus, para grabar la participación en Botín 
        de guerra, Los Pericos invitaron a los referentes de varias. No es algo 
        común juntar en un mismo escenario a Cerati, Aznar, Cordera y Pertusi. 
        Esa cosa futbolera de que, si te gusta Cerati, tenés que 
        odiar a Los Redondos sólo sirvió para crear divisiones donde 
        no tiene que haberlas. Nosotros quisimos tocar con gente cuya música 
        siempre nos gustó y dar una onda tipo basta de tribus. 
        Y todos dijeron que sí. Creo que va a ser positivo si un pibe que 
        no sabe nada de la historia va a ver la película, porque al final 
        tocan sus músicos favoritos, ya que va a tener mucha información 
        que le va a servir para toda su vida. 
         ¿Vos 
        o tu hermano se sintieron alguna vez botines de guerra? 
        No, mi hermano no se siente botín de guerra porque no se 
        lo pudieron robar. Y tampoco pudieron robarnos la memoria. Odio a los 
        militares porque me sacaron a mi viejo y porque me sacaron a mi hermano 
        durante veinte años, pero no borraron la historia. Hay chicos de 
        15 años que no conocen la historia, pero mis tres hijos sí 
        la saben. A mí no me callaron, provocaron el efecto contrario. 
        Lo que me preocupa muchísimo es cómo están hechos 
        los planes escolares en este país, que no cuentan cómo fue 
        el genocidio más reciente. Es muy odioso cómo a los gobiernos 
        les conviene que todo eso no se sepa, porque siguen empleando a la misma 
        gente. Si ascienden a tipos que están marcados, aunque una amnistía 
        los haya salvado de la cárcel. En esa situación, la gente 
        que tiene conciencia mantiene vivo ese espíritu: HIJOS, por ejemplo, 
        se encargó de hacer los escraches. Ante la falta de condena de 
        la Justicia, los escraches son una condena social. Y sirven, porque, si 
        bien hay gente que no tiene idea de nada, cuando vos le decís que 
        su vecino asesinó, violó, robó y torturó con 
        saña, ya no le vende el pan, no lo saluda ni quiere compartir el 
        ascensor. 
        ¿Participás de los escraches? 
        Cuando puedo, sí. Estuve al principio en HIJOS, pero el grupo 
        era muy nuevo y no le brindaba contención a la gente que iba ahí 
        buscándola. Eso no me cerró mucho y me fui. Hoy, HIJOS sí 
        cubre esas áreas. De todos modos, siempre apoyé la movida 
        que hacen ellos. En el último aniversario del golpe, el ochenta 
        por ciento de los que fueron a Plaza de Mayo eran chicos de 17 años 
        para abajo. Es raro, porque en la escuela no les enseñan lo que 
        pasó, pero se ve que hay chicos a los que les interesa. A veces 
        tengo la sensación de que la gente más grande se acostumbra 
        a que abusen de ella y por eso deja de luchar, pero los más pendejos 
        mantienen la fuerza. Y espero que nunca bajen los brazos, porque no podemos 
        perder la memoria.  
       El 
        propósito 
        Gustavo Cerati 
         
      Los 
        Pericos me llamaron para que participara y les dije que sí de inmediato. 
        La historia de Gastón y su hermano es muy fuerte, así que 
        me sentí muy impulsado a estar ahí. Esta fue una causa importante 
        a nivel emocional porque, aunque no conozco bien las diferencias internas, 
        las Abuelas tienen métodos y formas de dirigirse que me llegan 
        más que los de las Madres. Quizá la lucha sea la misma, 
        pero me siento más cercano a las Abuelas en la manera de conseguir 
        su propósito. Que, de hecho, está dando resultados. Entonces 
        acepté participar, ensayamos un poco, fuimos y lo hicimos. Me encantó 
        que el hermano de Gastón estuviera ahí y poder ver la interacción 
        entre ellos. Fue un momento muy bueno. Estábamos muy felices, aunque 
        se partía de un dolor. Todavía no vi la película, 
        pero estoy seguro de que debe haber capturado eso. Me pareció muy 
        bien que hubiera invitados de distintos lugares de la música, porque 
        la idea era que no hubiera una tendencia musical y tampoco ninguna supuesta 
        ideología. Todos estábamos en la misma, porque nos conocemos 
        de hace tiempo. Aunque quizá no somos amigos, tampoco es gente 
        que está en distintas veredas. La verdad es que podríamos 
        juntarnos por causas mucho más domésticas, porque todos 
        somos artistas. 
       La 
        canción 
        Bahiano 
      Escribí 
        Sin cadenas por un mambo propio, de mi vida, y resultó 
        paralelo al de otras vidas. A la del Karateca Medina, por ejemplo, con 
        quien hicimos el video, y a la lucha de las Abuelas. Cuando se estaban 
        buscando canciones para que hiciéramos en la película, yo 
        propuse Sin cadenas. La historia de los desaparecidos no está 
        tan en la superficie de la letra, pero si se lo piensa bien, hay un punto 
        en el que existe un enlace con la letra. La canción tenía 
        un sentido y ahora tiene varios: la historia del Karateca, las Abuelas... 
        Me siento orgulloso de haber escrito algo que significa tanto para diferentes 
        personas. A nivel de sentimientos, lo de la película superó 
        las expectativas que cualquiera puede tener cuando escribe una canción: 
        que una entidad tan importante como las Abuelas haya decidido que ése 
        iba a ser el tema de su película es un enorme honor. 
       La 
        historia 
        Gustavo Cordera 
      Para mí, 
        antes que nada, las Abuelas son la demostración de que uno no tiene 
        por qué convertirse en una persona descartable cuando llega a viejo. 
        Uno puede ser grande y tener una esperanza. Cuando uno tiene algo por 
        qué pelear, la vejez no te toca. Las Abuelas son algo importante 
        por lo que luchar, representan la alegría por la lucha, coherencia, 
        desinterés. Son figuras que pueden ser cuestionadas desde la estrategia 
        o el temperamento, pero están detrás de una causa auténtica 
        y pura como lo es la búsqueda de la identidad de muchachos que 
        están en manos de sus secuestradores y que la pasan muy mal. Con 
        Bersuit siempre adherimos a todo lo que sea recuperar un poco la memoria 
        perdida para que no vuelvan a pasar cosas aberrantes, que terminan haciéndonos 
        mal a todos. Porque yo no perdí mi nombre ni a mis padres, pero 
        sí los carnavales, la alegría en las calles, el almacenero, 
        el botellero, cachos de la historia cotidiana. Además, fue muy 
        bueno estar sobre un escenario con una banda que suena tan bien como Los 
        Pericos, con una canción tan interesante en lo literario y lo musical 
        como Sin cadenas y con músicos tan importantes como 
        Cerati, Aznar o Ciro. Todo lo que sea apertura y mixtura trae como consecuencia 
        un intercambio que es beneficioso para la gente. La música y el 
        arte están para abrir los horizontes de la percepción y 
        que cada uno pueda ver otras cosas. 
      
        
      
      
       
         
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