Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH LAS/12

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EDIFICIOS

RECICLAJE DEL EX MERCADO DEL PESCADO, EN BARRACAS
El diseño tendra casa propia

El viejo edificio perteneciente a la Secretaría de Desarrollo Urbano de la Ciudad será revalorizado y convertido en una incubadora para empresas que se inicien en la tarea del diseño.

Por Liliana Sánchez

El edificio donde funcionó hasta el año 1983 el ex Mercado del Pescado, en el barrio de Barracas, se reciclará para dar cabida al Centro Metropolitano de Diseño. El inmueble, que pertenece a la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad, ocupa casi una manzana delimitada por las calles Algarrobo, Villarino, Santa María del Buen Aire y San Ricardo, y constituye un referente urbano de identificación para el barrio. Luego de varios años de indefinición respecto del uso que finalmente tendría, se comenzaron a elaborar las Bases para un Concurso Nacional de Anteproyectos, a través del cual se seleccionará una propuesta que revalorice el predio y, además, lo adapte a los requerimientos necesarios para desarrollar allí un programa de apoyo a empresas incipientes dedicadas al diseño.
El eje de este programa son las incubadoras, es decir unos módulos espaciales que junto con la asistencia técnica y financiera ayudan y contienen, por el término de dos años, a las empresas que recién se inician en la tarea del diseño. Por lo tanto, en una superficie total que se proyecta en los 12.000 m2 (aproximadamente), incluyendo la planta y los entrepisos, deberán ubicarse las incubadoras (40 a 60 unidades que tendrán entre 40 y 160 m2 cada una) y también un centro de capacitación para diseñadores graduados, una hemeroteca, una sala de microcine, auditorios y área de servicios a las incubadoras, entre otros.
“Lo que se trata es que todas las disciplinas de diseño se junten, tengan un sitio alrededor del cual pasen cosas vinculadas con la producción y que no quede en el edificio, sino que pueda irradiar al entorno generando otras actividades que tengan que ver con el diseño o que lo complementen”, explica la arq. Adriana Pérez Moralejo, asesora por la Secretaría de Desarrollo Económico para la redacción de las Bases del Concurso.
Podrán reunirse allí, entonces, empresas recién nacidas que hagan diseño gráfico, industrial, de mobiliario, de indumentaria o cualquier otro. En algunos casos, y cuando las dimensiones de su producción sean compatibles con las instalaciones, también podrán producir y vender sus productos. El público podrá ir a comprar y, al mismo tiempo, asistir a charlas o ver exposiciones sobre diseño.
A partir de un convenio específico firmado entre la Secretaría de Desarrollo Económico y la Sociedad Central de Arquitectos, se comenzaron a definir las Bases del Concurso que estarán concluidas en el mes de abril. Por tratarse de un edificio con valor patrimonial, los redactores de las Bases se documentaron, entre otras cosas, a través de una investigación histórica y un relevamiento fotográfico y planimétrico. Este resultó fundamental para identificar qué sectores son originales y cuáles han sido alterados en algunas de las recurrentes modificaciones que sufrió el edificio. Y, a partir de allí, determinar el grado de intervención que correspondería en cada caso.
La organización funcional del ex Mercado cuenta con una calle central que tiene acceso vehicular y conecta las entradas principales (sobre las calles Algarrobo y Santa María) con las calles secundarias que son seis y se disponen transversalmente. Estas circulaciones secundarias limitan ocho grandes naves con cubiertas a dos aguas, bajo las cuales se establecían los puestos de venta y se realizaban las tareas de carga y descarga.
Tiene un armazón estructural metálico y la envolvente edilicia, que se disponía a lo largo de las tres fachadas, es de hormigón armado con sobrerrelieves en lenguaje Art Decó combinados con herrería de similar estilo, que se destacaban especialmente en los portales de acceso sobre Algarrobo y Santa María expresando el rostro visible del mercado en el barrio. “Este mercado fue una contribución muy importante al barrio, porque consolida la identidad barrial (Barracas ya tenía un perfil industrial) e inaugura un nuevo referente que le va a dar mayor actividad y mayor densidad de edificación. Es un referente de identidad para Barracas”, asegura Jorge Tartarini, encargado de la investigación histórica y el estudio planimétrico del edificio.
Desde su inauguración en 1934, el ex Mercado fue sometido a varias modificaciones edilicias. Una de las más importantes fue el progresivo “tapiado” de los locales que daban sobre las calles Algarrobo, Villarino y Santa María; lo que provocó una disminución en la integración visual y comercial que el Mercado tenía, en sus comienzos, con el entorno circundante.
La zonificación establecida para esta zona es Distrito E3 (Equipamiento), pero el edificio del ex Mercado conforma, junto al ámbito de la estación Hipólito Yrigoyen del ex Ferrocarril Roca (que está enfrente) y el viaducto ferroviario, un área de interés patrimonial. Por esta razón, los grados de intervención permitidos para estos edificios son los que corresponden a la categoría de Protección Cautelar (APH7), según lo dispuesto en los relevamientos hechos por la Secretaría de Planeamiento Urbano de la Ciudad.
Con estas normas tendrán que planificar los proyectistas que participen del Concurso, que además deberán incorporar al conjunto del proyecto la sede administrativa del Centro Metropolitano de Diseño, que comenzará a construirse el mes próximo y estará ubicada en la esquina de Villarino y Santa María. El Gobierno de la Ciudad adquirió estos terrenos a fines del año pasado para trasladar allí las oficinas del Centro de Diseño y también reproducir a menor escala, como en una maqueta, algunos de los espacios y usos que se instalarán luego en el predio del ex Mercado. En este caso contarán con una superficie de 800 m2 y prevén ubicar no más de 4 o 5 incubadoras.

HISTORIA DE CLAUSURAS, MUDANZAS Y CORRUPCION
El mercado que reemplazó al Bullrich

En 1931 la Superintendencia de Mercados de la Comuna porteña clausuró el mercado de pescado Bullrich, sobre la calle Paseo Colón, por “incómodo y antihigiénico”, anunciando que sería sustituido por otro establecimiento a construirse en la Dársena Sur. La municipalización de los mercados era imprescindible, según consideraban los ediles de la época, para poder regular los precios y controlar la higiene y calidad de los productos que se comercializaban.
Finalmente, el predio proyectado en la Dársena Sur nunca se hizo, y se terminó adquiriendo y pagando un importante sobreprecio por el edificio de Barracas. Este fue construido por la Sociedad Mercados y Depósitos S.A., que comenzó con la obra pocos días antes de que estuviera lista la ordenanza que le aseguraba la compra del inmueble por parte de la Municipalidad. No obstante, la transferencia no fue directa. La sociedad constructora se lo vendió a un tercero en 400.000 pesos, y dos meses más tarde la Comuna lo adquirió en 800.000. El Mercado de Abasto del Sud (o Mercado del Pescado) cesó en sus funciones en febrero de 1983, cuando fue trasladado al Mercado Central.