"Fue emocionante ver a los chicos sentados en sus pupitres, escuchando a sus maestros", afirmó el viernes, con una mueca de afección, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, al anunciar nuevas actividades educativas para niños de sala de 5 años, primer grado de la primaria y primer año del secundario. Sin embargo, el panorama en las aulas difiere del optimismo del ejecutivo porteño: el nivel de asistencia de los estudiantes, hasta el momento, fue muy bajo y los gremios docentes anunciaron medidas de fuerza para toda la próxima semana.
De las 612 escuelas públicas primarias y secundarias de la Ciudad de Buenos Aires, solo 170 comenzaron a realizar actividades presenciales de "revinculación" con estudiantes de los últimos años del ciclo. "Están instalando la idea de que volvió a la presencialidad pero es mentira, explicó a Página/12 Jorge Adaro, secretario general de Ademys y agregó: "Hay muchas escuelas en donde las familias no están mandando a los chicos, burbujas con capacidad para 9 niñes en donde no asiste ninguno".
Según un relevamiento realizado por el sindicato docente en 39 establecimientos educativos, en un 13 por ciento no hubo presencia de estudiantes, en un 15 por ciento fue solamente uno y en un 30 por ciento asistieron entre 2 y 5 alumnos. "Una cosa es el marketing que hacen Soledad Acuña y Larreta, que tiene mucho que ver con un escenario electoral hacia adelante, y otra, el regreso a las actividades de revinculación", señaló Adaro.
Frente a los nuevos permisos que otorgó el gobierno de la Ciudad para que se realicen tareas educativas en sala de 5 del nivel inicial y en primer grado de la primaria y primer año del secundario, los gremios docentes plantearon que no están dadas las condiciones sanitarias ni recursos para avanzar en ese sentido y anunciaron medidas de fuerza para toda la semana que viene.
A partir del lunes, realizarán un paro total de 48 horas, que continuará miércoles, jueves y viernes solo para quienes tengan que asistir en forma presencial a las escuelas.
Por su parte, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) también decretó una retención de tareas por tiempo indeterminado para la presencialidad. Angélica Graciano, secretaria general de UTE, argumentó que "el índice de positividad de la Ciudad de Buenos Aires es el más alto del país" y que en las escuelas "no se están cumpliendo las medidas de protección sanitaria".
Graciano expresó a este diario que existe "un rechazo masivo de la comunidad educativa" a las medidas anunciadas y recordó que a menos de diez días de la reapertura de los establecimientos educativos hubo un caso positivo de coronavirus en escuela Técnica N°15, ubicada en pleno barrio de Barracas. "Pasó lo que sabíamos que iba a pasar: una persona que fue a trabajar tuvo coronavirus y hubo que cerrarla y aislar al resto", afirmó.
Asimismo, señaló la falta de recursos que existen en los colegios y remarcó que en las primeras actividades educativas dispuestas al aire libre "pusieron chicos al sol y tuvieron que salir a comprar sombrillas". "Es escandaloso que sucedan estas cosas y que no pase nada", añadió.
En el ámbito privado, desde el gobierno porteño aseguraron que de las 766 escuelas privadas ya fueron habilitadas el 70 por ciento y que la intensión es implementar un regreso gradual. Desde el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) están evaluando los protocolos presentados por el ministerio de Educación y en los próximos días resolverán cuáles son los pasos a seguir.
Igualmente aclararon que mantienen la postura planteada semanas atrás cuando manifestaron que la insistencia del gobierno de la Ciudad de regresar a las aulas forma parte de "un operación de marketing político que nada tiene que ver con desplegar políticas educativas para retomar la presencialidad, bajo la única premisa de cuidar la salud y la vida".