Miles de personas salieron a las calles este 24 de enero. Las políticas propuestas por la Ley Ómnibus, que obtuvo dictamen favorable el miércoles a la madrugada, y el DNU que intenta instalar el presidente Milei, atentan directamente sobre la actividad de cientos de trabajadorxs comunitarias. El destrato de lxs trabajadorxs del ex ministerio de mujeres, géneros y diversidad, el miedo de muchxs de no saber qué va a pasar con las medicaciones de VIH, tratamientos de hormonización o el misoprostol, el trabajo de profesionales de la salud que abordan temas relacionados a la salud sexual integral, la ESI en las escuelas, la línea 144, la financiación de programas de salud mental integral, consumos, trabajadorxs migrantes, la asistencia y el trabajo en las cárceles... arman la extensa lista de sectores afectados por las medidas que decidieron movilizarse.

La semana pasada, varias organizaciones feministas y transfeministas participaron de una asamblea de cara al paro de este miércoles para debatir, encontrarse y discutir estrategias colectivas para defender los derechos adquiridos. Unidad en las organizaciones y transversalidad en los reclamos, son algunos de los acuerdos al que llegaron cientxs de personas en la asamblea que se realizó en la Ciudad de Buenos Aires. Se trazaron, también, varias consignas que esbozan las razones del paro: “paramos porque las ollas están vacías; la violencia de género existe y todos los días hay despidos y recortes en las políticas de abordaje y prevención de las violencias mientras los femicidios no paran de aumentar; porque la salud no puede ser un negocio; porque el alquiler está imposible de pagar; por el derecho a la tierra; y porque tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos”. También “paramos por el cuidado de nuestros bienes comunes; porque nuestros bosques y glaciares no se venden; porque reclamar no es un delito y por nuestras jubiladas. Contra el saqueo de este gobierno y las corporaciones que lo sostienen, la deuda es con nosotres”, expresaron en un comunicado.

Fotos: Jose Nico.

La misoginia, negacionismo, violencia y falta de formación en temas relacionados con el género y los DDHH, que ostenta el actual presidente, es conocida y celebrada por parte de la sociedad desde antes de ser electo. ¿Cómo nos organizamos para dar pelea ante este escenario? La semana pasada su postura antifeminista y violenta contra muchas de las construcciones colectivas en las que creemos y que motorizamos hace años, se oyó fuerte y claro durante el foro de Davos

Javier Milei nos postuló como enemigxs, dijo explícitamente que el feminismo es “una pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer”, también responsabilizó al socialismo del ambientalismo, y de la “agenda sangrienta del aborto”. Más allá de las inconsistencias filosóficas e históricas de su discurso, hoy tiene la potestad de tomar decisiones que nos afectan directamente. Sobre sus declaraciones María Alicia Gutierrez de la Campaña Nacional por el Derecho al ABorto Legal Seguro y Gratuito, manifiestó su preocupación por la modificación de la ley de los Mil Días que propone el DNU “hay un cambio de la epistemología del discurso y de la gramática que tenía la ley, se habla de madre, no de persona gestante, se habla de discursos que estaban por fuera de la ley”. Con la reforma propuesta por el ejecutivo se incorporan definiciones como “hijo por nacer” y “vida desde la concepción” que hacen retroceder en legislaciones ya debatidas y aprobadas como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Según María, en ese discurso mostró que viene contra el aborto y manifiesta su preocupación por una política sistemática que desarme toda la implementación de la Ley, que lleva años de historia. En esa línea el Programa Registradas, que promovía la incorporación formal al mercado laboral de las trabajadoras de casas particulares, que vencía el 31 de diciembre de 2023, no fue renovado.


Una marcha con transversalidad de reclamos

En la Ciudad de Buenos Aires, la marcha comenzó a las 9 de la mañana cuando las organizaciones se fueron acercando a las inmediaciones del Congreso. Se podían ver columnas por todo el tramo de Av de Mayo hasta la 9 de Julio, para las 12 del mediodía la masividad de la manifestación desbordaba las calles aledañas al Palacio Legislativo. Más de 10 cuadras ocupadas por Sindicatos, Centros de Estudiantes, Artistas, Científicxs, Inquilinxs, Pueblos Originarios, Jubiladxs, Docentes, Agrupaciones Autoconvocadas, Madres y Abuelas, Trabajadorxs de la Tierra, Migrantes, entre otros sectores que participaron de la convocatoria que se replicó en distintos puntos del país.

“Vivas, libres y desendeudadas nos queremos”, decía la bandera verde con la que NUM y otras organizaciones marcharon hacia el Congreso. Una de sus integrantes, Luci Caballero, celebra la multisectorialidad del paro, estuvo presente en la asamblea de la semana pasada y fue uno de los puntos fundamentales, poder reconocer la variedad de organizaciones, formas de convocar al paro que tienen los feminismos y construir unidad a partir de eso. La abogada Ileana Arduino, también marcha en esa dirección y se suma a la charla “es necesario reconocer una historia de lucha que siempre tuvo a las mujeres y disidencias como parte esencial”. Ambas coinciden en preguntarse ¿cómo llegamos hasta acá? para poder mirar para adelante, reencontrarse y reconstruir ciertos espacios “muchos compañeros e incluso del propio campo ningunean o ponen a la lucha feminista en un lugar secundario, hay que entender que cuando el presidente nos señaliza como enemigas no lo hace solamente con una objetivo de distracción sino porque reconoce una fuerza previa”, comenta. Se refiere a la fuerza de poner en crisis estructuras de desigualdad muy profundas en la sociedad, una fuerza que se consigue fortaleciendo redes, revitalizando las tramas de la organización feminista “entramánonos con el campo popular, porque hoy la mejor autodefensa es la masividad”, dice Luci.

Las putas paran

“Mi trabajo no es Delito”, gritan las integrantes de AMMAR. Agitan un trapo que indica “Trabajo sexual es trabajo”, entre ellas se encuentra Georgina Orellano, Secretaria General Nacional de AMMAR. “Es muy importante estar en la calle hoy. Nosotras somos parte de la Patria, somos parte de la clase trabajadora a pesar de que no tenemos derechos laborales, una clase empobrecida, que sufre mucho el costo de la inflación y de la pérdida del poder adquisitivo”, cuenta. 

Georgina está muy preocupada por la violencia institucional que se está viviendo, el contexto de represión y todas las leyes que vienen a arrasar con los derechos conquistados. “Está en juego el país, por eso salimos a la calle y nos organizamos en asamblea”, dice. Para ella la asamblea feminista fue un punto de reflexión hacia el interior del movimiento feminista y planteó la necesidad de reorganizarse y empezar a poner en agenda demandas históricas. Al mismo tiempo considera importante cambiar la dinámica de participación y organización, para poder llegar a las compañeras que por cuestiones económicas, o de cuidado no pueden participar de marchas o encuentros por quedarse en sus casas. “Necesitamos construir una unidad donde el eje central sea que nadie le suelte la mano a nadie, hoy hay compañeras que la están pasando muy mal y la agenda de los feminismos populares tiene que ser lo central”, sentencia.

La ciencia argentina es trabajo y soberanía

Lxs científicos del CONICET también marcharon, llevaban unos ambos blancos con las inscripciones “No al Ajuste”, “CONICET es Soberanía”. En otro sector una bandera negra con letras celeste y rosa indica: “Becaries trans travestis no binares”, la sostiene Amit, un becario doctoral de CONICET que se moviliza con sus compañeros para defender la ciencia. “Muchos de nuestros temas de investigación denuncian las desigualdades que ejercen los sectores privados en complicidad con el Estado y solemos atender las particularidades de las poblaciones con sus derechos vulnerados”, dice preocupado. 

Comenta que decidieron organizarse como colectivo trans porque en el COINCET, al igual que en Universidades en lo que es ciencia y técnica no existe un cupo laboral. Según Amit es una deuda de la academia y la ciencia en general. Para él hoy está en riesgo la continuidad del CONICET, por lo tanto de sus trabajos e investigaciones “queremos seguir profundizando y aportando a la construcción de conocimientos científicos tanto en cuestiones que tienen que ver con violencia de género, perspectiva transgénero. Queremos saber cuántas personas trans somos, queremos que se aplique una perspectiva trans incluyente a la hora de las evaluaciones”. 

Simón, ayudante adscripto de la Facultad de Artes en Diseño Multimedial, coincide con las palabras de Amit y suma “no nos aumentaron el presupuesto, se quieren deshacer del CONICET”, también lleva en sus piernas un pañuelo que repudia la liberación del genocida Horacio Losito, el 18 de diciembre pasado. “Tenía tres condenas a perpetua por crímenes de lesa humanidad, qué casualidad que fue compañero de milicia del Padre de Villarruel”, manifiesta irónico.

Fotos: Jose Nico

Orgullo disca


Se plantaron en la 9 de Julio y Carlos Pellegrini, con un gazebo para protegerse del sol y los 30 grados. Armaron una ranchada con intervenciones artísticas y un micrófono abierto. Entre las participantes está Julieta Rotaleta, tiene 19 años y milita desde los 6, cuando en su primaria tuvo que reclamar por accesibilidad para poder asistir con silla de ruedas a las clases. Luego en el reclamo por plazas inclusivas “me sentía muy mal viendo como el resto de los nenes jugaban y yo me tenía que quedar sentada mirando”.

Más tarde en la escuela secundaria peleó por tener rampas y ascensores. En ese entonces comenzó a formar parte del Centro de Estudiantes como delegada y luego como vice, ahí logró políticas públicas en lo que es la accesibilidad. “Las políticas que propone Milei nos afectan directamente a las personas con discapacidad, no podemos retroceder o perderlos, está en riesgo todo lo que tiene que ver con prestaciones y profesionales de la salud, kinesiólogos, psicólogos, terapistas ocupacionales, aquellas personas que nos ayudan a desarrollarnos en nuestra vida cotidiana”, a eso que señala Julieta se suma el ajuste de las prepagas, la falta de medicación o la falta de ordenes para acceder a diversos aparatos ortopédicos. “Orgullo disca es enorgullecernos por quiénes somos, no solo por nuestra identidad de género, sino también de nuestras diversas discapacidades, es importante hacernos notar, no queremos perder nuestros derechos”, expresa inquieta.

Jubilades al frente

Olivia Ruiz es secretaria de previsión social nacional de la CTA Autónoma, mientras avanza en una columna de jubiladxs sobre Av de Mayo y Salta, expresa: “tenemos que defender es el Fondo de Garantías y sustentabilidad, porque de ello dependen las futuras jubilaciones y las acciones el Estado tiene en empresas privadas, si lo venden nos desbastan”. Según Olivia si se declara la emergencia previsional se perderán todos los derechos adquiridos. Reconoce que hoy es necesario un aumento de emergencia, se trata de un sector en el que sufre profundamente el edadismo, sobre todo las mujeres que se dedicaron toda su vida a los cuidados de otras personas.

Dentro de sus preocupaciones está también la no continuidad de la Ley de Moratoria Previsional: “es mucho más que la posibilidad de jubilarse, es una garantía de derecho, igual que la Ley de Cuidados, esa garantía está establecida por la Corte Internacional de DDHH y la constitución, no tiene que ver con completar los años, tienen que ver con la dignidad, nos quieren quebrar la dignidad”, concluye. 

¿Cómo enfrentamos un discurso que es una ficción pero que en los hechos atenta contra nuestros cuerpos, nuestras economías, nuestra forma de ver el mundo? ¿De qué manera nos encontramos para organizar la bronca y transformarla en acción?

“Mientras nosotras demandamos políticas públicas de acompañamiento y equidad, Milei responde con una reforma regresiva del Estado que pretende barrer con todo”, expresa Clarisa Gambera, Secretaria de Género y Diversidad de ATE Nación. El gremio convocó a una multitud de trabajadorxs, muchos de ellxs ya expulsados de sus puestos de empleo, una de las primeras medidas del presidente electo. Clarisa pone muchas fichas en la organización feminista, considera que en la última década los feminismos populares protagonizaron las principales luchas en Argentina y en otras partes del continente, mostrando rebeldía, creatividad y capacidad de articular demandas sociales con mucha incidencia en la agenda pública. “Las feministas vamos a estar en la calle con nuestras organizaciones, somos parte de los sindicatos y vamos a construir esta respuesta como clase al ataque del poder financiero, de los grandes empresarios, de los dueños del mundo” y coincide con otras entrevistadas en la potencia de la organización feminista.