En su primera apertura de sesiones como jefe de gobierno porteño, la 17ª consecutiva de la gestión PRO, Jorge Macri reivindicó los caballitos de batalla de la derecha: garantizar el orden en las calles, impedir cortes o acampes, deportar extranjeros que delincan y endurecer leyes penales. Dijo también que en la ciudad más rica del país seguirá existiendo la salud pública pero se implementarán “sistemas de prioridad para los porteños”, anunció la construcción de seis pasos bajo nivel en la traza del tren Sarmiento, la revisión de la red de bicisendas y, como continuidad de la era metro-bus, la incorporación de tranvías eléctricos modernos que denominó “trans-bus”.

Macri habló en la Legislatura de “un cambio de época”, prometió una gestión “con orden, firmeza y decisión” y sugirió que “el contexto económico y social nos obliga a actuar con precisión y austeridad”. Quien supo hacer campaña con la consigna “Más Jorge que Macri”, para diferenciarse del primo Mauricio tras la derrota de 2019, consideró que el país tiene “desafíos no sólo económicos sino sobre todo culturales” y no se privó de destacar la importancia de “recuperar el respeto a las normas, el premio al mérito, el valor de la palabra”.

Macri destacó su decisión de “poner orden en las calles y en las manifestaciones, terminar con los cortes y acampes” y reivindicó el desalojo de la Feria de Retiro”. “Lo hicimos pacíficamente, dialogando con todos los sectores”, pareció diferenciarse de su exrival en la interna PRO, Patricia Bullrich.

En materia de seguridad, pidió a los legisladores la restitución de un decreto de 2017 que estableció “un procedimiento exprés para deportar a los extranjeros ilegales que delinquen”. Afirmó que “cuatro de cada diez asesinatos en la ciudad” son cometidos por “extranjeros ilegales” y prometió “tolerancia cero”. “La otra cuestión tiene que ver con un pedido a la Justicia y es la restitución del Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos. Es fundamental recuperar esta herramienta para detener delincuentes peligrosos antes de que vuelvan a cometer un delito mayor”, planteó. Más adelante propuso “como iniciativa prioritaria el tratamiento de una ley de reiterancia” que había explicado en enero: “con más de dos procesos en curso por delitos cuya pena no sea excarcelable, el delincuente espera el juicio preso”.

En materia de salud, insistió en que “vamos a implementar sistemas de prioridad para los porteños”. “Son los porteños quienes lo sostienen, contribuyendo con mucho esfuerzo”, dijo a modo de argumento. Contó que se trabaja en la redacción de una normativa para regular la asistencia en materia de salud mental “porque la ley actual impide muchas veces, ante episodios críticos, la intervención de los familiares, sin el consentimiento de la persona que necesita ser atendida”.

En el área de transportes, mencionó la construcción de nuevos paso bajo nivel de las vías ferroviarias, la posibilidad de incorporar un “tran-bus” y la revisión de la red de bicisendas. Admitió que la obra del viaducto en la traza del Sarmiento, que prometió en campaña, deberá esperar porque “el contexto nos obliga a ir con prudencia”, y mientras tanto anunció “la construcción de seis pasos bajo nivel en la zona”. “El objetivo es tener una Ciudad sin barreras”, dijo. Contó que se analiza “la incorporación del ‘trans-bus’ o tranvías eléctricos modernos, sin catenarias o vías, que permitirá trasladar mayor cantidad de pasajeros en unidades confortables y acortando los tiempos”. Sobre las bicisendas, admitió que modificaron “la forma de movernos” pero sugirió que “tenemos que dar un paso más y revisar la razonabilidad de alguna de ellas”.