CONTRATAPA

Los dibujitos de Netanhayu

 Por Juan Gelman

El primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, se robó el show cuando le tocó hablar ante la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas. Tras 25 minutos de discurso desembolsó un cartón con un diseño: “Esto es una bomba”, dijo señalando un círculo negro, “esto es un fusible”, agregó señalando un fusible en su extremo superior y pasó a explicar. La figura simulaba una bomba nuclear iraní, una línea negra horizontal marcaba un 70 por ciento de la primera etapa de su construcción que, según el premier, Irán ya habría completado. A continuación, Netanhayu marcó otra línea roja que indicaba el 90 por ciento de la segunda y el 10 por ciento restante su culminación (www.ctpost.com, 28/9/12). Había que actuar contra Teherán antes de que llegara a la segunda etapa.

El gesto centró la atención de la Asamblea, aunque no escasearon las risas y las pullas. Tampoco la confusión: el centrista periódico israelí Yediot Aharonot publicó el viernes 28 una interpretación absolutamente distinta. “Asumió erróneamente que Netanhayu no se refería al proceso de avance iraní, sino al porcentaje de enriquecimiento de uranio logrado por Irán según la denominada ‘bomba de Bibi’, apodo del premier” (www.nytimes.com, 28/9/12).

Nahum Barnea, columnista de dicho diario, señaló en primera plana: “Suponiendo que estamos hablando de porcentajes de enriquecimiento (de uranio), los iraníes han alcanzado hasta ahora niveles que oscilan entre el 3,5 y el 20 por ciento. Netanhayu dijo que habían llegado al 70 por ciento, una diferencia considerable... volvió a lo básico, a las historietas de su niñez” (www.ynetnews.com, 28/9/12). Que esta consideración sea equivocada no quita que Netanhayu tenga apuro en bombardear Irán ni que su análisis choque con las evaluaciones de la inteligencia estadounidense y aun las del propio Mossad: el programa nuclear iraní no está a punto de fabricar una bomba nuclear.

...Cabe recordar un espectáculo similar que la Casa Blanca, ya empeñada en invadir Irak, presentó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en febrero del 2003: el general Colin Powell, entonces secretario de Estado de W. Bush, afirmó que el régimen iraquí poseía un arsenal de armas de destrucción masiva y mostró fotos tomadas por satélite que indicarían la presencia de tanques de almacenamiento de armas biológicas y la ubicación de la planta que las produciría.

El propio Bush afirmó que Saddam Hussein había iniciado un proyecto de obtención de bombas atómicas. EE.UU. invadió Irak, consiguió decenas de miles de civiles iraquíes muertos y más de cuatro millones de refugiados, pero esas armas nunca aparecieron. Colin Powell reconoció en 2007 que se había equivocado y les echó la culpa a los servicios de espionaje de su país. Aunque débil, un pretexto no deja de serlo.

Netanhayu proclama por todos los medios que Irán tendrá su bomba a mediados del año que viene y que, en consecuencia, hay que intervenir ya. Como bien señala Robert Fisk, el notorio corresponsal de guerra especializado en Medio Oriente, el premier israelí olvida otras profecías de dirigentes israelíes, incluso una de él mismo (www.independent.co.uk, 28/9/12).

El premier israelí dijo en 1996 que Irán tenía la bomba. El actual presidente israelí, Shimon Peres, predijo en 1992 que Teherán la obtendría en 1995. Ehud Barak, quien dirigió la Operación Plomo Fundido que segó la vida de miles de civiles palestinos, hoy ministro de Defensa, afirmó en 1996 que Irán sería potencia nuclear en el 2004. Como supo decir la escritora gala Elsa Triolet, para ser profeta basta con ser pesimista, pero éstos no se acuerdan bien del futuro.

En tanto, según fuentes de inteligencia estadounidenses, Israel entrena, arma y financia a terroristas iraníes para asesinar a científicos nucleares de Irán y llevar a cabo otros atentados (//rockcenter.abcnews.com, 9/2/12). Pertenecen a la organización Mujaidines del Pueblo de Irán o MEK, que figuraba hasta el primer semestre de este año en la lista de entidades terroristas de EE.UU. y de la OTAN hasta que aceptaron jugar ese papel. Se ve que hay terroristas buenos.

Los operativos del MEK se atribuyen a la oposición, pero los coordina el Mossad israelí. Se trata de las llamadas “operaciones con bandera falsa” que permiten culpar a otros por las actividades terroristas que un país promueve y organiza. Israel las practica hace mucho y hoy admite –un ejemplo– que una célula terrorista israelí que operaba en Egipto fue la que hizo estallar varias bombas en lugares frecuentados por turistas de El Cairo y Alejandría en 1954 (www.ynetnews.com, 30/3/05), dejando en cada lugar “evidencias” de que los árabes las habían plantado. La finalidad israelí era obstaculizar el acercamiento EE.UU./Egipto, pero un artefacto estalló antes de lo debido y permitió a la policía egipcia detener a los autores. Algunos confesaron.

Poco costaría organizar una acción de esa naturaleza a fin de apaciguar el apuro de Netanyahu. Robert David Steele, ex agente de la CIA y miembro de los servicios de inteligencia de la Marina, señaló que algunos funcionarios del gobierno, empeñados en que la Casa Blanca apoye una guerra contra Irán, podrían organizar con ese fin una operación de bandera falsa (www.phibetaiota.net, octubre 2011). Total, qué les cuesta, sus escritorios son muy cómodos.

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Imagen: AFP
 

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