DEPORTES › RAMóN SE AGRANDó TRAS LA VICTORIA DE SAN LORENZO EN BOLIVIA

No es cualquiera de esos Díaz

“Me tienen que agradecer el prestigio que le doy al fútbol argentino”, pidió ayer por su tarea, ahora que el panorama cambió.

“Acá hay un técnico campeón de América y hay que respetarlo. Soy el único que ganó la Copa y dirige en el país. Lo tienen que agradecer porque esto le da un prestigio enorme a todo el fútbol argentino.” La casi milagrosa victoria de San Lorenzo en la altura de Potosí le permitió a Ramón Angel Díaz abrir la válvula y liberar la presión que venía sintiendo por la floja campaña de su equipo en la Libertadores, el auténtico objetivo del club de Boedo para esta parte inicial de 2008.

Díaz se mantenía en silencio mientras su equipo no marcaba goles ni ganaba. Pero la victoria 3-2 sobre el Real Potosí, después de ir perdiendo 2-0 a 20 minutos del final, le otorgó carta libre para el desahogo. “Este fue uno de los triunfos más importantes de mi carrera como técnico, porque fue en un lugar muy complicado, con todo lo que significa la altura”, dijo y desafió: “No sé cuántos equipos van a ganar acá”.

La derrota ponía claramente a San Lorenzo al borde de la eliminación en la Copa Libertadores; el triunfo, ahora, le da respiro y también formidables esperanzas para pasar a la segunda fase, para lo que sólo necesita tres resultados favorables: vencer como local al Real Potosí (lo que parece muy factible) y al Caracas FC y que los venezolanos pierdan como locales frente a los brasileños del Cruzeiro.

Díaz elogió a los jugadores que “dieron muestra de temperamento, carácter y determinación” al dar vuelta el partido y destacó la organización del cuerpo “técnico y médico” para que la altura afectara lo menos posible al equipo. De hecho, en el complemento del partido, San Lorenzo arrolló al local, sin que se notaran los efectos de la altitud.

“Sabemos que esto continúa. No va a ser nada fácil llegar a la final, como espera la gente, pero lo vamos a intentar”, señaló Díaz, que se quejó de la AFA. “Boca y River siempre juegan los domingos y ahora nosotros tenemos que jugar el sábado. Nosotros pedimos permiso y no nos autorizaron. Así es muy difícil pelear las dos cosas”, aseveró. “Los jugadores no son máquinas y necesitan tiempo para recuperarse.”

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“No sé cuántos equipos van a ganar en la altura.”
Imagen: DyN
 
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