Ya está todo arreglado para que Alfio Basile se vuelva a calzar el buzo de entrenador de Boca. El manager deportivo del club, Carlos Bianchi, y el representante del ex entrenador de la Selección, Norberto Recassens, llegaron a un acuerdo en la parte económica y ahora sólo resta que la dirigencia del club, en la reunión de Comisión Directiva de mañana, apruebe la contratación del DT, que se hará cargo del equipo cuando los jugadores regresen de sus vacaciones, el 20 de julio próximo. El volante Federico Insúa y el defensor Daniel “Cata” Díaz, ambos jugadores durante el primer ciclo del entrenador en el club, aparecen con importantes chances para retornar al club.

Basile tiene todo el camino libre para volver a tomar las riendas del equipo con el que tan bien le fue durante la temporada 2005/6. El acuerdo al que arribaron Bianchi y Recassens en la parte económica destrabó el asunto y ahora todo está en manos de la dirigencia, que mañana deberá dar el ok a la operación retorno del entrenador, campeón con Boca de la Recopa Sudamericana 2005 y 2006, la Copa Sudamericana 2005 y los torneos Apertura 2005 y Clausura 2006.

Las trabas económicas entre las partes desaparecieron, ya que ambos interesados decidieron ceder y partir la diferencia entre lo que pretendían unos y lo que Boca estaba dispuesto a soltar. Basile pedía un contrato de 800 mil dólares anuales, pero la dirigencia pretendía no superar los 500 mil dólares en la nueva contratación. Hubo tensiones, idas y vueltas y hasta rumores de ruptura de las negociaciones, pero finalmente llegó el acuerdo.

Boca se estiró a pagarle 650 mil dólares y aceptó también completar la cifra pretendida por el ex seleccionador nacional con premios por objetivos cumplidos, como ser clasificar al equipo para la próxima Copa Libertadores y la obtención del torneo Apertura y la Copa Sudamericana 2009.

La decisión se haría oficial el jueves, luego de que los dirigentes aprueben la contratación y el propio entrenador estampe la firma en el nuevo contrato que lo vinculará con Boca por una temporada.

Con lo de Basile arreglado, el tema principal de Boca pasará a ser la compra y venta de jugadores, pensando en el plantel que pretende formar quien será el reemplazante de Carlos Ischia.

Lo cierto es que el panorama que encontrará Basile en su regreso dista mucho de aquel que lo recibió en 2005. Las finanzas del club están en baja y si Boca no se desprende de algunos de sus baluartes, la situación irá empeorando. Por eso es que la labor de Basile no será nada fácil; es que además de tener que fortalecer a un grupo alicaído y con serios problemas de vestuario, también tendrá que tomarse el trabajo de levantar la moral de varios integrantes del equipo que no atraviesan un buen momento, como puede servir de ejemplo el caso del arquero Abbondanzieri.

Línea por línea, Basile deberá trabajar en la confianza del arquero titular, para que levante su flojo rendimiento, y luego decidir qué hace con Javier García –Boca lo quiere prestar, pero él no quiere saber nada con esa posibilidad– y con Josué Ayala, quienes continúan esperando su oportunidad.

En la defensa, si Ibarra renueva y Boca se desprende de Cáceres –que podría ser utilizado como moneda de cambio para la compra de Insúa al América de México–, Boca irá por el Cata Díaz o por Rolando Schiavi (jugará a préstamo para Estudiantes la etapa final de la Copa Libertadores) y por un marcador lateral izquierdo, que podría ser Clemente Rodríguez, quien se encuentra entrenándose con sus viejos compañeros de Boca, pero cuyo pase pertenece al Spartak de Moscú. Para que Clemente vuelva, Boca tendría que desprenderse de Claudio Morel Rodríguez, a quien Basile no tuvo mucho en cuenta durante su primer ciclo y sobre quien la dirigencia piensa que ya cumplió su ciclo.

Sin el colombiano Vargas, Boca intentará retener a Battaglia en el mediocampo, pero en esa zona buscará reforzarse con jugadores como Mario Bolatti (una de las figuras de Huracán), Prediger (clave en el mediocampo de Colón y un jugador que le gusta a Bianchi), pero la prioridad es Insúa, para que éste se junte por la izquierda con Riquelme. Por la derecha está Pochi Chávez, pero lo cierto es que, con Riquelme e Insúa juntos, Boca necesitaría un jugador más aguerrido en el medio para compensar al equipo.

En la delantera podría haber novedades si es que Palacio se va del club, algo que a esta altura parece difícil. Con la renovación de Palermo acordada de palabra, la intención de Boca es arreglarse con lo que hay –Noir, Mouche y el chico Philippe– y finiquitar la venta de Viatri, que no irá al Siena, porque los italianos se bajaron, y ahora es negociado en el fútbol alemán, ya que un empresario pretende colocarlo en el Hamburgo.