DEPORTES › ARIEL ORTEGA Y MARTíN PALERMO PASARON FACTURAS TRAS LA FIESTA DEL DOMINGO

Segundos tiempos de revancha

El domingo renovaron los pergaminos de la idolatría y ayer se dedicaron a acordarse de los que pegaron en los momentos menos agradables. El de River le mandó un mensaje a Fabbiani, el de Boca pidió otro compañero para la delantera.

“Pensé en varios mala leche”

Ariel Ortega, gol del triunfo para River.

Ariel Ortega vivió un momento de gloria en la victoria sobre Chacarita, el domingo, siendo la figura de River con un pase-gol decisivo y el tanto del triunfo, en una tarde en la que el jujeño se habrá cobrado un sinnúmero de sinsabores. Ayer, más calmo, recordó esos momentos, pero también tuvo tiempo de tomarse algo de revancha.

“Cuando salí corriendo (tras el cuarto gol de River) tuve una sensación buena y una mala –aseguró el futbolista–. Por un lado, me acordé de mi esposa, mis hijos, de mi familia pero, por el otro, también pensé en varios ‘mala leche’. Tuve ganas de agarrar una cámara y putearlos a todos con nombre y apellido”, admitió Ortega, quien se guardó para sí los nombres de los destinatarios de su bronca. Quizá Diego Simeone, el técnico que forzó su salida de River, fue uno de ellos: con él comenzó el último calvario del jujeño, yéndose a jugar a Independiente Rivadavia.

Ortega afirmó que minutos antes del desenlace, cuando se sentenciaba el empate, supo interiormente que desnivelaría el marcador. “Estábamos 3-3, pero nosotros teníamos la pelota y de a poco empezamos a abrir la defensa rival. Entonces tuve la sensación de que me iba a quedar una y la iba a meter”, relató el delantero en diálogo con radio La Red.

La situación ventajosa en la que se encuentra Ortega después de su actuación el domingo le permite opinar con mayor autoridad sobre la situación actual de River y, en ese sentido, se permitió señalar que al equipo hay que modificarle “un montón de cosas”, con la salvedad de que “siempre es más fácil hacerlo después de una victoria”.

Ortega detalló algunos de los problemas de funcionamiento que aquejan al equipo de Núñez. “Nos ponemos en ventaja y el contrario nos empata en el siguiente avance, por lo que terminamos puteándonos entre nosotros. Esas cosas no pueden ser”, analizó, antes de abordar un tema más delicado: la “falta de peso en el área rival”.

Por eso aprovechó el momento para mandarle un mensaje a Christian Fabbiani, el delantero mediático de River. “El tendría que ser el centrodelantero, pero sólo si se pone las pilas y se compromete con el equipo –señaló–. Tendría que adaptarse, pero depende de él.”


“No eran verdaderos hinchas”

Martín Palermo, gol del triunfo para Boca.

Martín Palermo es uno de los históricos de Boca, y el domingo se vistió nuevamente de ídolo para darle una importante victoria a su equipo ante Lanús por 2-1. Ese grito le sirvió para responder a las agresiones que soportó en el entrenamientos del viernes en Casa Amarilla. “Ellos no son verdaderos hinchas de Boca. Esto fue previsto. Alguien los mandó. Sé quien es el verdadero hincha de Boca y ellos no lo son”, resaltó Palermo, que aprovechó el momento para pedir un refuerzo de jerarquía con el que reemplazar a Rodrigo Palacio, aunque el libro de pases haya cerrado.

“Después de la ida de (Rodrigo) Palacio, hay que buscar a un jugador en ese puesto, después de tanto que hizo y tantas diferencias que marcó. Hay que encontrarlo”, remarcó el goleador. Su compañero en la ofensiva es Pablo Mouche, un chico de 21 años que está dando sus primeros pasos en Primera. “Trato de transmitirle tranquilidad sobre lo que puede rendir dentro de la cancha”, comentó.

Sin embargo agregó: “Se lo ve por momentos muy tenso, muy ansioso, como que quiere hacer todo de una sola vez. A veces se embarulla, le pido que levante la cabeza y no me vea sólo a mí, sino también a otros compañeros. No tiene que obsesionarse, sino ir tomando confianza de a poco para poder explotar todo lo que tiene como jugador”.

El delantero también se mostró molesto por el nivel futbolístico que mostró el equipo de Basile en el encuentro ante los del Sur, ya que consideró que todavía “no está” al nivel ideal que quiere el entrenador.

“Nos faltó control de pelota, manejo y no entrar en el ritmo de lo que pretendía Lanús. Tenemos que ser más inteligentes, ser más agresivos en tres cuartos de cancha hacia delante”, analizó.

Pero no todo es tan negativo, pues Palermo valoró la victoria ante Lanús, al que consideró como un “gran equipo”. “Lo importante es que se consiguió un triunfo contra un rival difícil, que tiene jugadores que manejan muy bien la pelota, corren mucho y están bien armados. Después tenemos muchas cosas por analizar y corregir, pero los resultados positivos te permiten trabajar y corregir esos errores con tranquilidad”, concluyó Palermo.

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