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En la despedida del fútbol estival en Mendoza, River y Boca disputarán hoy el tercer capítulo del superclásico 2003, donde estará en juego la Copa Revancha. River arriba a esta instancia con la presión de no haber podido ganarle aún a su clásico rival este año, ya que sufrió dos derrotas consecutivas, la segunda en definición por penales. Tanto para el entrenador de River, Manuel Pellegrini, como para el plantel, vencer hoy a Boca es casi una obsesión. Mientras, por el lado de Boca la realidad es bien distinta, ya que el equipo todavía no perdió en este comienzo de año, bajo la nueva conducción de Carlos Bianchi. Y, al parecer, el entrenador reservaría a varias figuras para esta noche.
El chileno Pellegrini ejemplificó ayer cómo afrontarán este partido, al decir que “el que ya ganó uno o dos partidos tiene la misma responsabilidad de ganar, pero menos obligación”.
Si bien no está confirmado, River presentaría hoy cinco variantes respecto de la formación que el viernes pasado igualó 2-2 ante Independiente, también en Mendoza. José María Buljubasich volverá a ser el arquero en lugar de Angel Comizzo, mientras que en la última línea se producirá el debut de Horacio Ameli por el uruguayo Máximo Lucas. En el medio, Guillermo Pereyra, ya recuperado de la distensión en su rodilla izquierda, estará desde el comienzo por Leonardo Astrada, y Eduardo Coudet jugará por Diego Barrado. En el ataque reaparecerá el goleador del torneo Sudamericano Sub 20, Fernando Cavenaghi, en lugar de Esteban Fuertes.
Por el lado de Boca, la intención del entrenador de hacer algunos cambios tendría que ver con que desea preservar a sus futbolistas más importantes para actuar en el campeonato local y en la Copa Libertadores. Boca recibirá el domingo 16 a Nueva Chicago, en uno de los partidos televisados de la primera fecha del torneo Clausura. Luego, cuatro días después será nuevamente local, esta vez ante Independiente Medellín de Colombia, en su debut en el Grupo 7 de la Copa.
El hecho de presentar un equipo donde se mezclarán titulares y suplentes también es una jugada estratégica para aumentar la presión sobre River, que ya perdió los dos clásicos disputados este año, por lo que está obligado a revertir esa desventaja.
El arquero Muñoz volvería a jugar luego de varios meses de inactividad oficial, mientras que Ibarra lo hará porque no podrá actuar en las dos primeras fechas del torneo Clausura por estar suspendido. Asimismo, el cordobés Villarreal volverá a ocupar el puesto de volante central –ya lo hizo en la victoria sobre Independiente por 1-0– en lugar de Raúl Cascini, quien se recupera de un traumatismo en la rodilla derecha.
La delegación de Boca que viajó ayer por la tarde a Mendoza la completan Abbondanzieri, Pablo Jerez, Schiavi, Miguel Caneo, Ezequiel González, Barros Schelotto, Moreno y Cascini. El plantel tiene previsto regresar a Buenos Aires mañana después del mediodía, el domingo tendrá día libre, y el lunes próximo retomará las prácticas a partir de las 9, en el complejo de Casa Amarilla.