DEPORTES › EL SORPRENDENTE PEDIDO DEL PREMIER DE ITALIA

Paren de jugar por dos años

El primer ministro de Italia, Mario Monti, sorprendió ayer al sugerir públicamente una suspensión temporal “de dos o tres años” del fútbol profesional en su país, tras nuevos escándalos de apuestas y fraude que sacuden al Calcio, un ámbito normalmente cuestionado por su falta de transparencia.

Monti respondió en una rueda de prensa, en Roma, sobre qué medidas deberían adoptarse tras los recientes escándalos, aunque destacó que se trata de una opinión personal. “No es una propuesta y mucho menos una propuesta del gobierno. Es un deseo que a veces me planteo yo, que fui un apasionado del fútbol durante muchos años, y a veces me pregunto si no sería una buena idea una suspensión de dos o tres años de este juego, visto el caos, para favorecer una maduración absoluta”, afirmó, con algo de ingenuidad.

A tal grado llegaron los escándalos en el fútbol italiano en el pasado reciente, más conocidos como “Calciopoli”, que la Federación Italiana (FIGC) destronó a la Juventus campeona en 2005 y 2006 a causa de la manipulación de partidos; el torneo de 2005 quedó desierto; el de 2006 se lo adjudicó el Inter, que había terminado detrás de la Juve (que fue condenada a descender a la B) y del Milan, también implicado en los arreglos.

El presidente de la FIGC, Giancarlo Abete, respondió a la propuesta de Monti, asegurando que sería una medida injusta y que se castigaría a muchas personas inocentes. “Estoy totalmente de acuerdo en que no debería haber ninguna benevolencia para los que engañaron, pero la suspensión de la Liga castigaría a todo el fútbol”, dijo.

El mandatario italiano comentó que es “especialmente triste cuando un mundo, como el deporte, que debe ser una expresión de altos valores, se presenta como un concentrado de aspectos entre los más deplorables, como la deslealtad, la ilegalidad y la falsedad”.

Sus declaraciones llegaron un día después de que salieran a la luz nuevos detalles sobre la investigación que conduce la Fiscalía de Cremona sobre la existencia de una supuesta trama de arreglo de partidos y fraude en apuestas. El actual entrenador de Juventus, Antonio Conte, y el defensor de la selección italiana Domenico Criscitto recibieron la notificación de su inclusión entre los investigados por su supuesta implicación en la trama, mientras que los capitanes de la Lazio y el Genoa, Stefano Mauri y Omar Milanetto, fueron arrestados. Las detenciones por el caso ya llegan a cuarenta. Criscitto pasó el año pasado al Zenit San Petersburgo, proveniente del Genoa, que en esta temporada se salvó del descenso en la última fecha.

La investigación por la Justicia ordinaria, que aún prosigue, derivó en un primer proceso deportivo, al que la Fiscalía de la FIGC decidió enviar el pasado 9 de mayo al Siena, el Atalanta y al Novara, la pasada temporada en Serie A, y a la Sampdoria (el club en el que ataja el arquero de la Selección, Sergio Romero), en Serie B, junto a otros 18 clubes. Lo mismo hizo con unos 52 futbolistas en actividad en el momento de cometerse los hechos, por supuestas irregularidades en 33 partidos, entre ellos 29 de la Serie B y dos de diferentes ediciones de la Copa de Italia.

Los investigadores creen que esta supuesta trama condicionó o intentó condicionar durante varios meses y hasta la pasada temporada los resultados de algunos partidos de varias categorías del fútbol italiano para conseguir importantes beneficios a través de las apuestas deportivas.

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