DEPORTES › EL FUTBOL Y EL TANGO, LAS PASIONES ARGENTINAS

Dos amores que no se oxidan

Ambas expresiones han ido de la mano durante décadas. Los especialistas Roberto Martínez y Alejandro Molinari cuentan la historia de esa sociedad de nuestra cultura. El juego y la música analizados en este diálogo.

 Por Gustavo Veiga

Prolíficos autores, tangueros y futboleros por igual, el contador Roberto Martínez y el físico Alejandro Molinari van por la vida con una idea fija: defender la cultura nacional. Para eso crearon la Editorial de la Cultura Urbana, donde publican sus propios libros como coautores. El último se llama Argentina: desde los pueblos originarios hasta la consolidación de la democracia. Amigos con una larga lista de títulos en su haber, editaron Tango y sociedad y El fútbol, la conquista popular de una pasión argentina. De esa convergencia entre dos directrices de nuestra argentinidad, nació la idea de hablar del juego y la música con más de un siglo de historia en estas tierras.

–¿De dónde surge la simbiosis entre los dos, viniendo de campos profesionales tan diferentes, y cuánto tiene que ver la relación entre el tango y el fútbol?

A. M.: –Nosotros nos encontramos como ocurre siempre, por azar, en la Universidad del Tango. Más o menos en los años ’97 o ’98. Venimos de lugares muy distintos, pero tenemos algunos puntos en común muy importantes. El primero es que estamos absolutamente de acuerdo en la idea fundamental de que la Argentina tiene una línea nacional que comienza el 25 de Mayo de 1810 y que se va manteniendo, pese a todo, hasta nuestros días.

R. M.: –Trabajamos haciendo lo que no se hace, sobre las afinidades y no sobre las diferencias. Y consideramos que la cultura en general va mucho más allá de las expresiones artísticas. Nosotros trabajamos sobre la concepción antropológica de la cultura. Cultura es todo lo que hace el hombre. Entonces, para nosotros cultura es el fútbol, son las comidas, la estructura social. Esto nos llevó a estudiar las grandes expresiones de la cultura nacional que son el tango, el lunfardo y el fútbol.

–¿Qué semejanzas y diferencias encuentran entre esas tres expresiones de nuestra cultura?

R. M.: –El tango y el lunfardo nacen en el mismo lugar, son creaciones del pueblo argentino. Y éste es otro detalle, cuando nosotros hablamos del tango no decimos cultura popular. Porque consideramos que toda la cultura es popular, en tanto es una creación del hombre. Después habrá más expresiones, sofisticadas o no, pero todo es cultura popular. Y el fútbol, como dice el título del libro, es una pasión argentina. Y los protagonistas que crearon el tango y el lunfardo en algún momento descubrieron el fútbol.

A. M.: –La gran mayoría de los clubes de fútbol fueron traccionados por los ferrocarriles de origen inglés. Nosotros investigamos los nombres, los integrantes y todos tienen ese origen. Hasta las actas de los clubes estaban escritas en inglés.

R. M.: –El deporte de los británicos era el fútbol, y acá la única diferencia entre los argentinos y los ingleses era que el fútbol se jugaba en nuestro país, pero no tenía nada de nacional.

A. M.: –Nosotros nos apropiamos de una creación inglesa que fue el fútbol. Entonces, no tiene nada que ver el fútbol que jugaban los ingleses con el que comenzó a jugarse después.

–¿Dónde encuentran la mayor afinidad entre el fútbol y el tango?

R. M.: –En los personajes. Buenos Aires y sus personajes. En el hombre proveniente de esa confluencia de culturas. Esta es la matriz que tenemos todos. Cuando damos una charla lo decimos. Preguntamos si hay alguien que no tenga raíces inmigratorias. No hay, creo yo, mayor relación entre el tango y el fútbol que sus personajes.

A. M.: –El tango nace a finales del siglo XIX. Podemos decir a partir de 1880 y hablar del prototango. Aparecen claramente los inmigrantes, sobre todo de origen italiano, el lunfardo. En ese momento había surgido el fútbol inglés. Y en sus orígenes no tienen nada que ver. Lo que ocurre es que la primera generación de hijos de inmigrantes ya argentinos se empieza a apropiar del juego. Ese sector es el que empieza a hacer el fútbol criollo.

–Ustedes citan en el libro sobre fútbol una frase de Homero Manzi: “está naciendo un nuevo ciudadano en la patria vieja”. ¿Es el que se apropia del juego y lo hace masivo?

R. M.: –Es el nuevo argentino que tiene al tango como elemento cultural más importante y comienza a apropiarse del fútbol. Yo quiero separar al actor futbolista del espectador. No hay compatibilidad. El tango es la noche y el fútbol es el deporte. Estoy hablando de los actores. Ahora, al público en general, le gusta tanto el fútbol como el tango. La excepción: Moreno era un gran milonguero. No hay mucha gente que haya sido actor del tango y del fútbol, salvo que recuerde a Mumo Orsi, aquel gran delantero.

–Néstor Vicente y Luis Carlos Ruiz publicaron el libro Un globo acunado en barrio y tango, del que se desprende que Parque Patricios es como la sublimación de la sociedad entre el fútbol y el tango. ¿Están de acuerdo?

R. M.: –Yo creo que todos los barrios de Buenos Aires. También Avellaneda, la verdad que casi todos. Como futbolero que soy, me pregunto dónde nació el fútbol y sin ninguna duda digo en Avellaneda. Porque Gardel fue hincha de Racing, que fue el primer campeón criollo, formado con gente de acá (N. de la R: Martínez es hincha de Racing y Molinari, de Independiente).

–¿Cuál fue la primera letra de tango sobre fútbol?

R. M.: –Las primeras letras de tango son básicamente prostibularias. Se refieren al espacio no dónde nació, sino adonde se desarrollaba el tango. Era en los arrabales, los patios de los conventillos y en los prostíbulos. Los historiadores acuerdan en decir que las letras nacieron con “Mi noche triste”, el tango que escribió Pascual Contursi, que es del ‘15.

–¿Cuál fue el primer tango de temática futbolera?

R. M.: –”Patadura” es uno de esos tangos, del que Gardel hace tres versiones. Una para Barcelona, otra para Uruguay y una para la Argentina. Pero creo que el tango que sería bisagra en cuanto a la relación entre el fútbol y la sociedad es “El sueño del pibe”, que a todos los de mi generación se nos caen las lágrimas. Es de la década del ’40. Porque ahí ya el fútbol es una pasión.

A. M.: –Hubo dos tangos instrumentales, sin letras. Uno de Vicente Greco: “Racing Club”, que fue el primero dedicado al fútbol y otro que se llama “Independiente Club”. Son los dos que más popularidad tuvieron en su momento.

–En el libro sobre fútbol, ¿qué significado tiene para ustedes lo que sostienen en su bajada: “La conquista popular de una pasión argentina”?

A. M.: –Que es una pasión que comienza sin tener nada que ver con la Argentina, porque el fútbol es algo totalmente importado. Y el pueblo les saca este deporte a los ingleses y a los sectores de la elite para transformarlo en algo popular. Por eso decimos que es una conquista popular. El tango nace al revés, nace de lo popular y de alguna manera llega a las clases altas. El fútbol no.

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Roberto Martínez (izquierda) y Alejandro Molinari sostienen el libro que editaron hace pocos días.
Imagen: Arnaldo Pampillón
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