DEPORTES › HABLO CON LA PRENSA DE REGRESO DE JAPON

Bielsa modelo terminado

Ayer a las siete de la mañana, recién descendido del avión que lo trajo de Japón junto a siete de sus jugadores, Marcelo Bielsa improvisó en Ezeiza una desordenada conferencia de prensa en la que no dejó, sin embargo, tema sin tratar. Ratificó y reivindicó la coherencia de su trabajo y el papel de sus dirigidos, asumió el fracaso en tanto no se consiguieron objetivos y había chances ciertas de lograr más, pero consideró que Argentina había sido “el mejor equipo de su grupo”. Dejó indefinida la cuestión de su continuidad.

Dando una vez más ejemplo de coherencia, buena voluntad y mejor sentido, más allá de las circunstancias anormales en que se desarrolló la conferencia de prensa –de algún modo hay que llamarla– que ofreció a la paso en Ezeiza, Marcelo Bielsa cerró su aventura mundialista en genio y figura: un auténtico modelo (único) terminado. El entrenador de la Selección Nacional describió y defendió su gestión, argumentó con solvencia, asumió responsabilidades, fue leal a sus dirigidos y consecuente con lo actuado durante cuatro años. Un ejemplo más que ratifica lo que se ha evidenciado en estos días: lo único que cabe discutir con el técnico argentino son, como debe ser, cuestiones de estilo y paladar futbolero –cómo jugar, la “identidad” de su manera y todo eso, que no es poco– el resto de su gestión, en lo personal y profesional, resulta intachable. No siempre se puede decir lo mismo de otras conducciones, incluso –o sobre todo– en el triunfo.
Ayer a las siete de la mañana, de regreso de Japón y rumbo al campo donde cercano a Rosario piensa recluirse hasta que a fin de mes se decida su destino ulterior, Bielsa manifestó con hidalguía que la participación del equipo nacional en la Copa del Mundo “fue un fracaso” y que él se considera “el único responsable” de lo sucedido. “La participación del equipo nacional en el Mundial fue un fracaso y el único responsable soy yo, aunque hayamos sido los mejores de nuestra zona”, afirmó, en medio de una caótica conferencia de prensa desarrollada en pleno hall del aeropuerto, rodeado de 40 periodistas y unos 400 aficionados que lo alentaban.
Pormenorizando, Bielsa sostuvo que su equipo debió vencer a Nigeria por más goles, no perder contra Inglaterra y derrotar a Suecia, ya que fue “el mejor del grupo” pero falló en la concreción. Al respecto, el técnico no quiso hacer referencias puntuales a integrantes del equipo nacional, pero puso énfasis en rescatar la actitud de sus dirigidos y remarcó que fue “irreprochable” el compromiso de cada jugador “con la idea de juego”. Después de 40 horas de vuelo desde Japón y otra de espera para retirar su equipaje por el trabajo a reglamento del personal de rampa del aeropuerto, Bielsa armó una improvisada conferencia de prensa sin seguridad y en medio de la gente, mucha de ella identificada con los colores de su ex club, Newell’s, que lo alentaba.
“En el grupo hubo una comunión absoluta y no hay reproches para nadie. Lo que pasa es que en Argentina se busca en los fracasos a un responsable y cuando hay un éxito, entonces es de todos”, reflexionó. “Pero siempre supe que ésas eran las reglas del juego y que las cosas son así. Por eso, si hay que buscar un responsable de este fracaso, ése soy yo”, admitió. Destacó que sus dirigidos “mantuvieron una idea que se desarrolló a lo largo de 40 partidos del proceso previo y en el Mundial hicieron lo de siempre: atacar a los rivales. Por eso lo que cabe rescatar es que fuimos coherentes y honestos siempre, sin importar las circunstancias. El seleccionado fue el mejor equipo del grupo F, pero lo que ocurrió es que no pudo consolidar eso en la red adversaria”, lamentó. “En el único momento del Mundial en que nos superaron fue en los primeros 10 minutos del segundo tiempo con Inglaterra. Todo lo demás fue dominio nuestro”, precisó. “Ha sido un fracaso porque estábamos con chances de lograr más de lo obtenido” clarificó, e incluso consideró “válida” la sensación de derrota que impera en el medio futbolístico local.
Asimismo, Bielsa también aludió al favoritismo que rodeó al equipo nacional: “Fue parte de las condiciones por las que participamos. Eso sí, será injusto no acompañar esa opinión con un análisis satisfactorio” de la labor realizada en Japón, “porque este seleccionado dejó muchas cosas de valor” para rescatar, sobre todo “la deportiva”, enfatizó.
Además, Bielsa se atribuyó como uno de sus principales méritos ser “coherente con la propuesta, el estilo, la elección y la disposición de los jugadores en el campo, que fue la misma que expresamos a lo largo de cuatro años” de gestión. En consecuencia, pese a la derrota trazó unbalance “satisfactorio”: “ocurre que es difícil tener en cuenta aspectos positivos en medio de esta sensación de derrota. En la medida en que la evaluación sea serena, habrá mucho por rescatar, aun cuando no se coincida con nuestras ideas”, concluyó.
En cuanto a las polémicas variantes alternativas de Pablo Aimar por Juan Sebastián Verón y Hernán Crespo por Gabriel Batistuta, sus aclaraciones fueron contundentes en el primer caso y más sutiles en el segundo: “A Verón lo saqué varias veces, pero no porque no me haya conformado, sino porque en esos momentos pensé que Aimar era una mejor opción”, sostuvo el técnico. “En cambio no consideré una opción válida poner juntos a Batistuta y Crespo, aunque eso no quiere decir que no lo sea. De hecho, cuando faltaban 30 minutos para terminar el partido con Suecia barajé la posibilidad de que compartieran el ataque, pero finalmente elegí no hacerlo”, admitió. “Lo que pasa es que Argentina estaba generando suficientes opciones de gol con un centroatacante y no le faltaba sino concretarlas”, aclaró. Prefirió entonces aumentar el volumen de juego para tener más opciones de creación, no de definición.
Al ser consultado insistentemente sobre la posible continuidad de su ciclo al frente del seleccionado, Bielsa dijo que había leído en los diarios, como todos, “las ofertas para renovar el contrato” pero que todavía no había recibido ninguna. “Es solamente una hipótesis; así que esperaré que alguien lo haga y entonces lo estudiaría”, precisó. Se negó, asimismo, a manifestar si deseaba o no la continuidad.
Por otra parte, indicó que no se arrepentía “de nada” y agregó: “Estoy totalmente agradecido por las partes que estuvieron involucradas en el proceso y rescato nuevamente el compromiso con esta idea. Los jugadores, el cuerpo técnico y demás, nunca se vieron involucrados en discusiones o problemas de relación y siempre se respetaron las ideas de todos. Por primera vez en mucho tiempo, en este proceso se volvió a hablar solamente de fútbol”, destacó. “Pudimos mantener al margen en estos cuatro años las cuestiones económicas y otros temas extrafutbolísticos, lo que habla del nivel de apoyo y cohesión del grupo”, apuntó. “Los reclamos a la AFA por deudas con el cuerpo técnico y los jugadores no fueron ciertos. Nadie hizo reclamo alguno. Lo único que hice personalmente fue solicitarle a la AFA que se me reconociera un contrato que estaba firmado hace tiempo. Pero cuando vi que eso se superponía con la Copa del Mundo, dejé de hacerlo”.
Bielsa puso especial énfasis en respaldar a sus dirigidos: “A este equipo no se le puede reclamar nada, porque fue honesto para conseguir los objetivos y tolerante con los árbitros y el público. El grupo siempre tuvo la ilusión de alcanzar grandes logros y la gente intuía que podía llegar mucho más lejos. Es una pena, porque lo merecía”, sostuvo. Y quiso ser muy preciso al respecto: “Claro que se puede perder y al mismo tiempo haber conseguido objetivos. Esto dejó enseñanzas para los jugadores y para mí. Lo que pasa es que la gente recibe el mensaje de los especialistas, y si bien muchas veces el análisis que se hace sobre los hechos es desinteresado y objetivo en otras oportunidades, no es así y se trata de imponer opiniones, de incidir en la idea”, cuestionó.
Finalmente el entrenador aclaró –siempre con la seriedad que lo caracteriza– que había ofrecido esa desordenada conferencia “porque había periodistas que querían pedir explicaciones, pero no porque le gustara especialmente “hablar con la prensa” ni porque en el aeropuerto hubiera gente que lo apoyaba.
De fondo de estas declaraciones, mientras los hinchas de Newell’s se alejaban, un grupo de Racing se dedicaba a hostigarlo. Por otra puerta, ya habían partido Walter Samuel, Diego Placente, Roberto Ayala, Claudio Husain, Pablo Aimar, Ariel Ortega y Matías Almeyda.

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