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Maradona llegó ayer finalmente a Tokio para presenciar la final del Mundial entre Brasil y Alemania después de que las autoridades japonesas le permitieran el ingreso en el país. Diego, con camiseta gris oscura, chaqueta informal gris claro y un pendiente en cada uno de las orejas, estuvo sonriente a su llegada y firmó autógrafos antes de subirse a una limusina. “Eres mi dios”, dijo una seguidora con bandera argentina. Maradona recibió la semana pasada el mayor número de votos en una encuesta realizada en Internet por la FIFA entre aficionados al fútbol: simplemente, el mejor.