DEPORTES › ARGENTINA PIERDE 2-0 ANTE SUECIA EN LOS CUARTOS DE FINAL DE LA COPA DAVIS

Una ilusión que se apaga muy rápido

Sobre una superficie velocísima, Nalbandian perdió en cuatro sets ante Thomas Johansson y luego Del Potro cayó en tres parciales ante Soderling, con lo que la serie quedó muy complicada. Desde las 9, el cordobés y Cañas jugarán la última chance ante la dupla local.

El equipo argentino de Copa Davis quedó ayer al borde de la eliminación al perder los dos primeros singles de la serie de cuartos de final ante Suecia. David Nalbandian perdió 6-7 (3-7), 7-6 (7-2), 6-2, 7-6 (7-0) en el primer punto ante Thomas Johansson, 78º del mundo, en tres horas y 43 minutos. Luego, Juan Martín Del Potro cayó 7-6 (7-4), 7-6 (7-2), 6-4 frente a Robin Soderling, el mejor del conjunto local. Desde las 9 de hoy será el turno del dobles, en el que Nalbandian sería acompañado por Guillermo Cañas, quien jugaría con un vendaje especial por su desgarro en la pierna izquierda, o, de lo contrario, la pareja del unquillense será Sebastián Prieto, como estaba previsto.

Desde el comienzo mismo de la serie, empezaron a quedar algunas cosas claras en el partido entre Nalbandian y Johansson. Y era que el que devolviera mejor iba a sacar una mínima ventaja, y justamente en el tie break, con esa arma, el unquillense hizo una diferencia que le permitió ganar el parcial inicial. El argentino había quebrado para 3-1, con muy buenas devoluciones y con pelotas bajas sobre la derecha del sueco. De allí en más creció, a fuerza de aces, el servicio de Johansson, quien recuperó el quiebre para igualar en cuatro, cuando el argentino lo ayudó con dos dobles faltas. Luego llegó un hecho polémico. Una excelente pelota de Nalbandian le dio otro quiebre y se fue a sentar 5-4 arriba, pero la protesta de Johansson, acompañada por la del capitán local Mats Wilander, más la permeabilidad del juez de silla portugués Carlos Ramos, hizo que el fallo se cambie (la pelota era buena, sin dudas), lo que motivó el enojo de Nalbandian, tanto que fue obligado por el árbitro general, Mike Morrisey, a volver a la cancha.

Más allá de eso, el argentino no se desconcentró y fue impecable en el tie break que ganó 7-3, en una hora y 11 minutos. El segundo set fue a la inversa. Johansson sacó ventajas de 3-1 (a esa altura ya tenía 16 aces, llegó a 33 en el partido), el cordobés logró igualar en tres, y cuando parecía tener todo bajo control desperdició un set point (el sueco sacó 4–5 y 30-40) con un drive al medio de la red. Le costó demasiado caro a Nalbandian aquel error, y el jugador local fue impecable en el tie break para ganar 7-2 e igualar el partido.

En el arranque del tercer set, los errores no forzados de Nalbandian con su drive se agudizaron. Su revés no lastimaba al cada vez más rápido Johansson, quien tomó rápidas ventajas de 3-0 con el agravante de que el argentino cerró el set con una doble falta, la undécima en su cuenta en ese momento. Nalbandian se mostró nervioso, y en medio del tercer set insultó fuertemente al juez de silla, por el pique de una pelota buena que la cobraron mala. Ni el capitán Alberto Mancini lograba calmarlo. Ya tenía una advertencia y debieron, reglamentariamente, sacarle un punto.

El cuarto set parecía que iba a tener un desarrollo similar. Johansson, muy sólido con el saque, y Nalbandian, fastidioso. Pero en el cambio después del tercer juego, Mancini habló mucho y David jugó dos games a la perfección (en especial de la mitad de la cancha hacia adelante), para quebrar y ponerse 3-2. Pero fue una ilusión.

En el octavo juego, el cordobés sacó muy mal, se equivocó dos veces en la red y le dio a Johansson una chance que ni el propio sueco esperaba para cerrar el duelo en ese cuarto set. Llegaron al tie break, otro más, y allí el jugador local jugó como un top-ten y el argentino, que anduvo muy irregular, bajó el nivel en el momento menos oportuno.

Con la presión del 0-1, Del Potro entró a la cancha a jugarle de igual a igual al número uno de Suecia, Soderling, un top 30 que viene en crecimiento. Los dos primeros games fueron muy parejos, y el tandilense los perdió por 7-6 y 7-6. En esa paridad, el argentino y el europeo armaron un partido de aces (20 para Soderling y 14 para Del Potro), tiros ganadores (ahí sacó la diferencia el sueco: 44 a 26) e incluso de largos y entretenidos peloteos.

En el tercer set llegaron situaciones atípicas, como los quiebres. Dos del sueco y uno de Del Potro, quien aun estando 3-5 levantó un match point devolviendo dos fuertes tiros de Soderling; pero después el tandilense no respondió con su servicio, y Suecia subió los brazos para quedarse con un 2-0 que pocos esperaban. Para el final quedó el llanto de Del Potro, una imagen del dolor argentino.

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David Nalbandian descarga su bronca por un punto entregado. La serie quedó casi perdida.
 
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