El 65 por ciento de la generación de electricidad en el país está en manos de empresas de capital nacional. Así lo afirmó ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien destacó la participación de compañías locales, a diferencia de lo que ocurría en la década de 1990. “Esta política de nacionalización nos permitió mantener un equilibrio racional y sustentable de toda nuestra matriz energética”, señaló.

La desnacionalización del sistema eléctrico argentino llevó a que en 2003 el 66 por ciento de la generación de electricidad estuviera en manos privadas extranjeras, mientras que en la actualidad ese porcentaje se revirtió. “En el caso de las centrales hidroeléctricas, el Estado nacional y los provinciales tenían hace siete años el 26 por ciento y hoy tienen el 37. Esto no significa que estemos en contra del capital privado, pero sí hemos tratado de nacionalizar nuestra matriz energética”, agregó De Vido.

Por otro lado, el gobierno nacional lanzó anteayer un proceso licitatorio en el que participaron un total de 21 empresas oferentes, con 51 proyectos presentados y una potencia ofertada de 1436,5 megavatios, generados a partir de fuentes renovables, como la eólica. “Esto es inédito en Latinoamérica, es importante para la diversificación de la matriz argentina y también va de la mano de la construcción de la línea de 500 kilovatios entre Pico Truncado y Río Gallegos”, indicó el ministro. Además de las licitaciones lanzadas hace dos días, existen otros concursos por residuos sólidos urbanos por 120 megawatts (MW), energía geotérmica por 30 MW, energía solar térmica por 25 MW, biogás por 20 MW, y el relanzamiento de energía eólica, biomasa y térmica con biocombustibles.

Según informó el funcionario, estos procesos licenciatarios garantizarán más de 7000 puestos de trabajo, 9000 millones de pesos de inversión, más de 2 millones de toneladas de CO2 evitadas y la promoción del desarrollo industrial local, junto con las economías regionales. “Los que vaticinaban la crisis eran los que de alguna manera habían dejado la bomba preparada para que estallara”, concluyó De Vido, en alusión a los críticos de la matriz energética del país.