ECONOMíA › DEMORAS EN EL REPARTO DE GASOIL DE ENARSA POR TEMOR DE LOS ESTACIONEROS

Con la manguera entre las patas

El Gobierno prometió en febrero que importaría combustible para compensar los faltantes en las estaciones de servicio, pero los empresarios que tienen contratos con YPF temen represalias de la multinacional y piden más garantías.

 Por Fernando Krakowiak

El Gobierno les prometió a fines del mes pasado a las estaciones de servicio de bandera YPF, que Enarsa importaría gasoil para compensar los faltantes que tienen. La petrolera estatal ya está en condiciones de abastecer a quienes le demanden combustible, pero la extrema cautela de los estacioneros ha venido demorando la implementación. Los empresarios tienen contrato de exclusividad con YPF y temen que la multinacional les prohíba volver a usar la marca si incorporan a otro proveedor. El ministro de Planificación, Julio De Vido, les dijo en la última reunión que el Estado defenderá sus derechos frente a cualquier represalia, pero las pymes piden una garantía que vaya más allá de la palabra. “Le solicitamos al ministro De Vido una resolución que invoque el interés público que supone el abastecimiento de combustible para tener una cobertura mayor”, afirmó ayer a Página/12 Raúl Castellano, secretario de Asuntos Institucionales de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha). Desde el Gobierno, responden que hay una normativa que los protege y remarcan que si por pedir combustible de Enarsa surge algún problema, el Estado intervendrá.

Los inconvenientes que se registran en el abastecimiento de combustible no son nuevos. La caída de la producción y la creciente demanda del mercado han hecho de los faltantes un problema crónico, pero en las últimas semanas el déficit se agudizó por las dificultades que tiene YPF para importar. La petrolera aseguró que distintas dependencias oficiales le vienen bloqueando la compra de las divisas que requiere para realizar operaciones de comercio exterior. Desde el Ministerio de Planificación, le respondieron que si tiene inconvenientes utilice parte de los 1200 millones de dólares que giró a España en concepto de utilidades a fines del año pasado o que le pida a Repsol, su sociedad controlante, que envíe barcos con gasoil.

En medio de ese conflicto, el Gobierno convocó a los representantes de los estacioneros el pasado 22 de febrero y les aseguró que Enarsa comenzaría a importar gasoil para abastecer a las estaciones de servicio que lo necesiten. En el encuentro, los empresarios manifestaron su temor por eventuales represalias de YPF. Incluso contaron que las condiciones de comercialización que les impone la petrolera son desventajosas y que los que en algún momento se animaron a exigir mejoras obtuvieron como respuesta la rescisión del contrato y la pérdida de la marca.

De Vido les dijo en ese momento que el Estado responderá ante cualquier abuso que sufran. El subsecretario de Coordinación, Roberto Baratta, lo reiteró ante Página/12, el 24 de febrero: “El Estado va a proveer el combustible, se va a encargar de que la petrolera respete los contratos y va a proteger a las estaciones de servicio cuando se sienten a renegociarlos”.

Incluso la Resolución 1879 de la Secretaría de Energía, sancionada en diciembre de 2005, establece en su artículo 3 que “el expendedor de combustibles que no reciba un abastecimiento continuo y confiable de la refinadora de combustibles podrá, conforme la resolución de la Secretaría de Energía 1834/2005, denunciar la falta de cumplimiento de entrega de suministro y podrá recurrir a fuentes alternativas de abastecimiento locales o del exterior sin incurrir en ningún tipo de penalidad contractual y/o gasto adicional”. Allí también dice que “las firmas refinadoras deberán hacerse cargo de los costos-extra de abastecimiento alternativo en que deban incurrir los expendedores de combustible”. Pese a ello, los estacioneros se muestran reticentes y piden más garantías.

Esta semana funcionarios del Ministerio de Planificación se volverán a reunir con representantes de Cecha para reiterarles que si las pymes no comienzan a pedirle combustible a Enarsa va a ser difícil avanzar. Algunas estaciones de servicio de Santa Cruz y Chubut ya lo hicieron y recibieron el gasoil, pero son casos aislados.

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En el Gobierno afirman que el Estado defenderá a los estacioneros ante cualquier represalia.
Imagen: Daniel Jayo
 
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