ECONOMíA › 5000 MILLONES DE SUPERAVIT FISCAL
Un alumno aplicado
Hoy el Gobierno difundió los datos fiscales que adelantó en los últimos días a la misión del FMI que se encuentra en Buenos Aires. Según las planillas oficiales, en junio se alcanzó un superávit primario (antes del pago de intereses) de 800 millones de pesos, con lo cual el superávit acumulado durante el primer semestre llegaría a los 5000 millones.
La misión fondomonetarista, encabezada por el inglés John Thorton, siguió ayer analizando esas cifras que, obviamente, los burócratas de Washington miran con satisfacción. Pero los hombres del Fondo siempre vienen por más. De hecho, uno de los puntos clave de las conversaciones por un nuevo acuerdo será la exigencia de elevar el superávit fiscal de 2,5 por ciento del PBI –la meta contemplada en el acuerdo vigente– a más de 4 puntos.
El argumento de los técnicos del FMI es que el gobierno de Lula, en Brasil, está haciendo ese esfuerzo y que, por lo tanto, bien podría copiarlo Argentina. La receta de Washington es simple: con más superávit fiscal será más fácil renegociar con los acreedores extranjeros que hacen fila para cobrar después del default, en tanto que el país daría la muestra de solvencia necesaria para acceder nuevamente al crédito internacional. Dicho sea de paso, entre los acreedores que hacen fila para cobrar se encuentran los propios organismos internacionales, con el Fondo Monetario y el Banco Mundial a la cabeza.
Por otro lado, en el equipo de Lavagna dicen que es muy probable que, en los próximos días, los funcionarios del Fondo vuelvan a presionar a las administraciones provinciales por más ajuste. Ayer, parte de la delegación, integrada por unos 20 técnicos, se reunió con el subsecretario de Relaciones con las Provincias, Carlos Fernández, para empezar a estudiar, caso por caso, las cuentas de cada una de las gobernaciones. Además, en Washington siguen con atención el rescate de las cuasimonedas provincias, y pretenden que hacia fin de año el peso sea la única moneda en todo el territorio nacional. Sin embargo, hasta ahora, ni el Fondo ni el Banco Mundial aportaron un solo dólar para respaldar la operatoria, como habían prometido.