ECONOMíA › EL ORGANISMO DECLARO QUE COMENZO A DISCUTIR LA PROPUESTA DE ARGENTINA PARA PAGAR LA DEUDA

Avanza el diálogo con el Club de París

“Los miembros están abiertos a continuar el diálogo con Argentina”, informó la secretaria general del foro de acreedores, Clotilde L’Angevin. Economía aseguró a Página/12 que ya se discuten plazos y forma de pago.

 Por Tomás Lukin

El Club de París comenzó a discutir los detalles de la propuesta realizada por Argentina para regularizar la deuda arrastrada con ese grupo de 19 países. “Los miembros están abiertos a continuar el diálogo con Argentina”, informó ayer la secretaria general del foro de acreedores, Clotilde L’Angevin. Desde el equipo económico confirmaron a este diario que, a lo largo de las últimas semanas, mantuvieron conversaciones con los acreedores vinculadas a aspectos concretos del acuerdo, como plazos y forma de pago. Las inquietudes de los países como Estados Unidos, Alemania, Holanda fueron canalizadas a través los funcionarios del Tesoro de Francia que están a cargo de la Secretaría del Club de París. Aunque consideran que los avances registrados son una señal positiva, en el Ministerio de Economía insisten en que las negociaciones serán extensas y podrían durar varios meses.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Finanzas, Pablo López, se reunieron el 20 de enero en la capital francesa con el staff del Club de París para presentar una propuesta formal a los acreedores. Con esa breve visita de menos de 24 horas se restablecieron formalmente las negociaciones para regularizar el pasivo en default. El paso siguiente fue interno: la secretaría del grupo informó a los representantes de cada país los lineamientos de la oferta argentina. Aunque los acreedores más importantes ya conocían los detalles, se tomaron algunos días para interiorizarse y rápidamente comenzaron los intercambios entre los miembros del Club de París. Si bien la próxima reunión formal del grupo será a finales de mes, el equipo coordinado por L’Angevin comenzó a canalizar las inquietudes que fueron respondidas por la Secretaría de Finanzas.

No hay plazos establecidos y la sucesión de negociaciones abortadas por razones internas y externas obligan a avanzar con cuidado. Por eso, a pesar de las (esperadas y deseadas) declaraciones públicas de los voceros autorizados del Club de París que confirman la “apertura de todos los miembros para avanzar”, en Economía son cautelosos. A lo largo de las últimas semanas, los acreedores solicitaron precisiones e incluso comenzaron a definir aspectos vinculados a los plazos y formas de pago. Formalmente las partes acordaron no ofrecer detalles hasta encontrarse en la etapa definitoria, aunque el titular del Palacio de Hacienda ya descartó la participación del FMI como supervisor del acuerdo. La deuda en default contabilizó 6500 millones de dólares. La última estimación/negociación que informó el Gobierno en 2011 elevó la cifra a pagar a 9000 millones de dólares. Ese guarismo incorporaba intereses atrasados y punitorios. Alrededor de la mitad de los compromisos impagos fueron asumidos antes de 1983, fundamentalmente durante la última dictadura militar.

“Vamos a ser implacables en que el acuerdo sea sustentable y no condicione el crecimiento económico con inclusión. No vamos a proponer nada que ponga en riesgo nuestro modelo económico”, enfatizó Kicillof durante una conferencia que ofreció a su regreso de Francia. En un principio, la negociación no contemplaría quitas sobre el pasivo en default aunque sí se estaría negociando el monto de los intereses adeudados. Para garantizar la “sustentabilidad” del futuro acuerdo, desde el equipo económico apuntan a establecer un plazo de pago extenso donde los desembolsos estén sujetos en alguna medida a futuros flujos de inversiones desde los países acreedores. La decisión del Gobierno de reactivar la negociación con el Club de París forma parte del proceso de regularización de pasivos encarado desde 2005 con el primer canje de deuda. Pero en el actual escenario de disputa cambiaria, tensiones financieras y caída de reservas –junto con el proceso de fuerte desendeudamiento–, el Gobierno comenzó a trabajar para modificar las condiciones que restringen el acceso al mercado de capitales internacionales. En ese proceso se inserta el acercamiento con el FMI, el acuerdo con las empresas que tenían sentencias en el Ciadi y la disputa legal con los buitres.

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Clotilde L’Angevin, secretaria general del Club de París.
 
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